Imagen panorámica del Polo Químico de Huelva.

Imagen panorámica del Polo Químico de Huelva. Europa Press.

Economía

Trump se cuela en el retrovisor del polo industrial de Huelva, centrado en apuntalar sus récords de inversión

El segundo polígono industrial químico de España suma dos años consecutivos de enorme crecimiento de la mano de Moeve o Atlantic Copper.

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Este lunes arrancan 48 horas decisivas para saber si habrá acuerdo entre la UE y la Administración de Donald Trump para evitar la imposición de aranceles del 50% al bloque comunitario.

En juego está el mayor volumen comercial del mundo, 1,5 billones de euros que suenan tan hiperbólicos como impersonales al leerse de carrerilla, pero que al desgranarse anuncian zarandeos a años de trabajo en algunas zonas en expansión.

Una de ellas es el polo industrial de Huelva. Es el segundo polígono industrial químico de España, después de Tarragona, y lleva dos años encadenando récords de inversión de la mano de macroproyectos como el Valle Andaluz del Hidrógeno de Moeve. 

Aunque también contribuyen las iniciativas de Atlantic Copper, Exolum, Fertiberia o Endesa, muestra de la veintena de empresas presentes en la zona con 23 plantas de producción. 

Agrupadas en la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (AIQBE), dan muestra del dinamismo con una inversión en 2024 de 746 millones de euros. Es un 22% más que en el año anterior, y más del doble que en 2022, año en que comenzó la escalada del polo industrial.

Momento de impulso

Hasta entonces, apenas se habían superado los 260 millones de inversión en su mejor año. Buena parte de esa apuesta de 746 millones de 2024 se ha ido a inversiones en proceso productivo (310 millones), aunque nada ha acelerado tanto como la partida a I+D+i (167 millones, un 248% más que el año precedente).

"Hablamos de un esfuerzo colectivo que sienta las bases para el futuro", ha destacado Jorge Acitores, vicepresidente de AIQBE, en la presentación de la memoria de la asociación de 2024.

Considera que este es "un momento de impulso y madurez" para las empresas de AIQBE, que en 2024 alcanzaron unos ingresos de 13.305 millones de euros, con un resultado operativo de 532 millones.

Pero son conscientes de que pueden llegar turbulencias con Trump. En su memoria destacan la situación teniendo en cuenta que sus exportaciones de mayor importancia son derivados del petróleo, sobre todo, y metales no ferrosos, seguidos a distancia de productos químicos orgánicos e inorgánicos, abonos y pigmentos, entre otros.

El papel de Estados Unidos

Pues bien, Estados Unidos es un socio relevante. Ha sido origen del 30% del crudo de petróleo y del 38% del gas natural licuado importados en 2024. Como destino, recibe el 28% de la exportación de derivados del petróleo.

Más peso tiene aún en lo referido a pigmentos, aunque esta partida tenga un volumen económico "mucho más modesto". A Estados Unidos se van el 62% de las exportaciones desde Huelva de este elemento.

Todo esto sin contar que los vaivenes internacionales pueden dificultar o encarecer los intercambios de forma general, admiten.

"Las empresas asociadas están insertas en cadenas de valor globales, en las cuales sólo es posible construir una ventaja competitiva basada en los factores que determinan el precio final para los clientes", se subraya en el documento.

Se refieren así a costes de aprovisionamiento, operación, cumplimiento regulatorio, logística y, en su caso, arancelarios. ¿Qué pasa si esto se trastoca? Que los impactos, responden en Huelva, "sólo puede ser compensado con las mejoras en la eficiencia que la tecnología disponible haga factibles", lo que da idea de cómo pueden modificarse las prioridades.

Es un elemento que se mete en el retrovisor en un año en el que también se trabaja para asentar la alianza firmada en 2024 con la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar (AGI). La idea es coordinar posiciones en materia de descarbonización, digitalización y mejora de infraestructuras energéticas y logísticas.

En esencia: garantizar otro canal de exportación para la producción del polo onubense, más allá de las posibilidades del Puerto de Huelva, que canaliza el 70% de las materias primas que recibe la industria y más del 45% de las salidas de producto.