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Funcas, BdE, Airef, BBVA… Los servicios de estudios recortan el crecimiento para España este año y prevén un bajón en 2026
El miedo a los aranceles de Trump y el fin de los fondos UE marcan el giro a la baja de la economía española en los próximos dos años.
Más información: El Banco de España recorta tres décimas el PIB para este año hasta el 2,4% y "deja abiertos los peores escenarios".
La mayor parte de los servicios de estudios nacionales e internacionales han retocado a la baja sus previsiones de crecimiento para España este año, con un bajón más importante para el ejercicio que viene, cuando se acaben los fondos europeos.
Antes de la crisis institucional que ha generado el informe de la UCO sobre el cobro de comisiones en el PSOE, desde instituciones como Funcas, Banco de España, Airef, OCDE o la Comisión Europea, entre otros, han recortado sus expectativas económicas para España ante la incertidumbre que generan los aranceles de EEUU.
Faltan apenas dos semanas para que acabe la prórroga de Trump a la UE, pero el impacto que se teme ha saltado del ámbito comercial y se ha contagiado a todos los parámetros macroeconómicos, sin que nadie pueda prever por ahora el alcance que tendrá.
Entre finales de abril y primeros de este mes de junio, las revisiones sobre la economía española han recortado entre dos y cuatro décimas sus cálculos, a la vista de que los datos del segundo trimestre no apuntan a las mejoras en las inversiones que se esperaban y la situación internacional no augura mejores perspectivas.
Aunque parezca poca cosa, se trata de una estimación a la baja de entre 3.000 y casi 7.000 millones de euros menos en generación de actividad y riqueza para este año sobre lo previsto, que pueden caer otros 10.000 millones más en 2026.
El golpe de los aranceles a España no le viene dado por su comercio directo con EEUU, que es menor, sino por lo que supone para sectores clave en Francia, Alemania o Reino Unido, que sí son fundamentales para las exportaciones españolas.
El Banco de España alertaba esta misma semana de que puede llegar a "los peores escenarios", tras recortar tres décimas su previsión de aumento del PIB, hasta el 2,4%, con un 1,8% para 2026, al año del fin de los fondos UE.
La Airef y Funcas, que aglutina 19 servicios de estudios en España, son aún más pesimistas y han recortado su previsión al 2,3% este año y al 1,6% o 1,7% el que viene, con la advertencia adicional de que todo se puede caer aún más si no hay un acuerdo comercial con EEUU o se genera una crisis financiera sobre el dólar.
Aunque parezca un mero dato, hay que tener en cuenta que el bajón que se prevé para 2026, en el escenario menos malo, supone recortar a la mitad el 3,2% de subida del PIB del año pasado, es decir, en dos años creceríamos un 50% menos.
BBVA también apostaba esta misma semana por un 1,7% para el año que viene, con un 2,5% para este ejercicio, dentro de la tónica de los organismos nacionales.
El contraste lo pone la previsión oficial del Ministerio de Economía, que lejos de temer los aranceles, se mantiene en su 2,6% / 2,7% de subida del PIB para este año, con un optimista 2,2% para 2026, medio punto por encima de las estimaciones más favorables para ese ejercicio de todos los demás organismos e instituciones.
Solo la Comisión Europea, que también ha revisado a la baja su cálculo inicial, se mantiene en el 2,6% del Gobierno, con un 2% para el próximo ejercicio.
A nivel internacional, la OCDE también revisó a la baja hasta el 2,4% para este año está primavera, con medio punto menos para el siguiente, mientras que el FMI, aunque revisará al alza su dato para 2025, lo dejó en el 2,5% (erá demasiado bajo).
El 'milagro' español
Toda la clave macroeconómica en el caso español para ese recorte de expectativas sobre la economía y el claro giro a la baja que empieza a dar se basa en un cambio del modelo de crecimiento que se resiste a ceder.
España lleva años basando su 'milagro' económico en la demanda interna arrastrada por el consumo doméstico, el turismo y los fondos europeos. La llegada de inmigrantes propicia ese consumo y mantiene al alza el empleo en puestos de menos cualificación.
La base de la economía es el turismo, pero todos los analistas han advertido que la inversión industrial que deberían haber reanimado los fondos europeos no termina de despegar. Esa es la otra gran causa de las revisiones a la baja, máxime ahora en plena crisis política e institucional bajo amenaza de parón electoral.
Es sorprendente como la práctica totalidad de los organismos de previsión coinciden en una relajación de los precios y la inflación, por el menor coste de la energía y los alimentos, con un dato que estará en torno al 2% recomendado por la UE o por debajo incluso.
De la misma forma que coinciden en que España se mantendrá varios años más como el país con mayor tasa de paro (en torno al 10%) y con un déficit que bajará del 3%, pendiente del golpe final que pueda darle el mayor gasto en defensa, pese a la cláusula de escape que lo exime de ser contabilizado por ahora.
El gran reto parece estar, por ahora, en el aprovechamiento de los fondos comunitarios, pendientes de resolver muchos hitos del plan de reformas comprometido y con serios retrasos, cuando apenas quedan 14 meses para que se cierre su reparto.