
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llega a la Casa Blanca, en Washington.
Los aranceles de Trump amenazan a los bolsillos: la mitad de las empresas se preparan para subir precios
Si no se llega a un acuerdo que minimice daños entre la UE y EEUU en 20 días, el crecimiento de la economía se puede quedar en la mitad en 2026.
Más información:Gavilán se despide del Banco de España con un mensaje de alerta sobre el golpe arancelario y el frenazo de la economía.
La escalada de incertidumbre a la que se enfrentan España y la UE por la subida de los aranceles que prepara Trump conlleva unos daños colaterales que llegarán al bolsillo de los particulares: casi la mitad de las empresas van a subir precios y más de un 40% de los consumidores dejarán de lado los productos norteamericanos.
Esa es la consecuencia práctica en la economía doméstica que ha advertido el Banco de España esta semana con los datos de su encuesta trimestral de la central de balances (EBAE) que corrobora una caída de la confianza de los consumidores y un frenazo en la inversión de dimensiones que todavía no se pueden calcular.
En el peor de los escenarios que prevé la entidad, el golpe para la economía española llegaría el año que viene, cuando el crecimiento se puede quedar en la mitad que en este ejercicio si no se llega a un acuerdo eficaz con EEUU, que minimice los daños.
Cuando quedan apenas tres semanas para el fin de los tres meses de prórroga que Trump aplicó sobre su inicial subida de aranceles, el miedo a sus efectos se ha trasladado ya de lo comercial a todas las áreas de la economía: precios, empleo, PIB, consumo, inversión, etc.
Ese es el gran mensaje que ha dejado sobre la mesa el director de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, en su última presentación ante los medios antes de dejar la institución, a la que Escrivá quiere dar un giro radical.
Precisamente, una de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa en la polémica por el informe económico anual del banco era centrar más el contenido en el efecto de los aranceles y menos en pensiones y salario mínimo. Y así lo ha hecho Gavilán antes de irse.
La encuesta de expectativas de consumo del BCE y el BdE advierte de una elevada propensión (del 65% al 80%) a reducir la compra de productos de EEUU a medio plazo, con una subida final de aranceles del 5% al 20%, solo por la subida de precios que supondrá.
Los datos de la EBAE del supervisor español advierten que, aunque solo una tercera parte de las empresas españolas se verán afectadas directamente por los aranceles, el efecto en los productos intermedios hace que casi la mitad de ellas se vean obligadas a trasladar a precio la subida.
El aumento de costes en la cadena de valor (consumos internos) afectará a casi un 65%, si bien apenas un 46% elevará precios de venta, aunque en ambos casos el efecto sobre la demanda también será importante. Empleo e inversión aguantarán.
Nadie sabe nada
Más allá de las cifras, los datos demuestran que lo que más preocupa es la incertidumbre y la imposibilidad de poder calcular todavía con garantías el impacto que todas estas negociaciones van a tener sobre el comercio y la actividad económica general.
El propio Ángel Gavilán reconocía este martes que es imposible saber, por el momento, cómo van a reaccionar los mercados y las empresas ante el tremendo cambio de reglas que impone Trump.
Todo apunta a que los sectores más afectados serán industria, energía, transporte, comercio y agricultura, pero los datos del BdE ya incluyen efectos malos en la cuarta parte de las empresas de construcción, tecnología y hasta hostelería.
En el escenario más adverso de las previsiones del Banco de España, la economía podría quedar en el 1,8% el año que viene, tras ceder siete décimas sobre finales de 2025.
Pero si las tensiones persisten, hay represalias comerciales en Europa, aranceles duros para China y una crisis financiera del dólar, que nadie ha descartado a uno y otro lado del Atlántico, podría dejar el crecimiento de la economía española en la mitad de un sablazo.