En el último mes las frutas frescas subieron un 10% y las legumbres y hortalizas un 8,3%, según los datos del IPC de octubre y todo apunta a que seguirán encareciéndose. Los productores creen que este invierno se incrementará la demanda de países del centro de Europa ya que tendrán problemas con el suministro de gas para la calefacción de sus invernaderos. 

"Este año se prevé una producción en invierno de volumen bajo, hay problemas con las plagas que van a restar producción y, además, los cultivos están yendo muy rápido con rendimientos bajos", ha explicado a EL ESPAÑOL-Invertia el portavoz de la Ejecutiva de COAG, Andrés Góngora.

Alimentos básicos de la cesta de la compra. Freepik.

En cuanto al contexto internacional, la previsión es que tampoco se cuente con grandes volúmenes de producción. "Marruecos, uno de nuestros grandes competidores, ha sembrado menos por la sequía acuciante", agrega Góngora, que es además responsable de frutas y hortalizas.

En España, aún no se ha dejado notar ese incremento de pedidos de países de Centroeuropa. Pero la previsión es que llegue en unos meses. "Tenemos constancia de que en Holanda no van a plantar en meses de invierno por el precio del gas y porque ese recurso tienen que destinarlo a calefacción", indican desde UPA a este periódico.

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Más allá de las frutas y verduras, llenar la cesta de la compra le cuesta al consumidor de media un 15% más que hace un año y esta acción tan cotidiana seguirá teniendo en los próximos meses un gran impacto en el bolsillo de los españoles. 

Según los últimos datos del IPC, en octubre se incrementó el precio del azúcar en un 27%, el de las frutas frescas (10%) y el de las legumbres y hortalizas (8,3%). Si se compara con los precios de hace un año, casi todos los productos se han encarecido notablemente: un 42% en el caso del azúcar; la leche y los huevos cuestan un 25% más y el aceite ha subido casi un 24%.

Lineal de fruta en supermercado Europa Press

Pero no son los únicos. Las patatas y los productos lácteos cuestan casi un 20% más y la carne de vacuno y ovino, casi un 15%. El porcino, el pescado, los moluscos y los preparados alimenticios también se han revalorizado un 10% en este año.

En el campo hay varios factores que justifican este incremento de precios. El principal es el aumento de los costes de producción (luz, fertilizantes y combustibles). A ello se unen la sequía que ha disparado el precio del aceite o la gripe aviar, causante del incremento en los huevos.

Carnicería de un supermercado. Mercadona.

"En el norte tendrán poco gas para sus invernaderos y nosotros, unos costes de producción que siguen muy elevados, no hay medidas que lo palien y el campo español tiene que repercutir sí o sí sus incrementos, algo que no ha conseguido trasladar del todo", añade el presidente de Asaja, Pedro Barato. 

Algo en lo que coinciden las empresas productoras de frutas y hortalizas. “No creemos que vayan a bajar a niveles de antes de la escalada, hay que tener en cuenta que los precios deberían haber subido aún más porque los costes están un 30%-35% por encima”, explica Luis Marín, director de la asociación de Asociafruit a este medio.

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La industria coincide con los productores y cree que, en los próximos meses, los precios seguirán siendo altos. "Creemos que, por desgracia, la situación se va a prolongar", aseguran a EL ESPAÑOL-Invertia desde la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). 

Por ello, las industrias de la alimentación consideran que "la reducción del IVA de los alimentos y bebidas sería una de las medidas más adecuadas y eficaces para ayudar al conjunto de la ciudadanía ante la subida de la cesta de la compra". Esta subida récord de los precios en octubre se debe a que la distribución ha aguantado "hasta que no ha podido más" y, por ello, unos meses más tarde, ha acabado traspasando los costes al precio final del producto.

Menor consumo de frescos

"La cadena de valor no puede seguir soportando el impacto de la subida de todos los costes asociados a la producción, el transporte y la comercialización", ha agregado el presidente de la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), Ignacio González. Asegura que "los márgenes de las empresas alimentarias son hoy mucho menores que los de hace un año".

Ante estos precios, el intento de contener el gasto en el hogar ya se deja notar en las ventas de productos frescos. En lo que va de año, el consumo de estos ha caído en un 3,2%, siendo el marisco, el pescado y las verduras y hortalizas los más afectados, según datos de la consultora IRI Worldwide.

Una ristra de plátanos en un supermercado. María P. Bonmati Pixabay

El descenso de frescos ha sido superior al de productos de gran consumo, donde solamente ha caído un 0,5%. “El actual contexto está llevando a los consumidores a unos comportamientos de compra de austeridad que ya vivimos en los años 70 y 80 y que son resultado de una fatiga por la inflación”, ha explicado el director comercial de IRI Worldwide, Antonio Khalaf.

Además, los consumidores optan por comparar precios entre marcas y productos similares o sustitutivos, cambiar de establecimientos buscando precios más competitivos o incrementar las compras de promoción.