El presidente ruso, Vladímir Putin, en el Kremlin.

El presidente ruso, Vladímir Putin, en el Kremlin. DPA / Europa Press

Economía

La OCDE rebate el optimismo de la UE sobre las sanciones a Rusia mientras la eurozona se acerca a la recesión

Moscú está sufriendo más por la falta de tecnología que por la energía y la crisis del gas empuja a Alemania a una recesión inminente.

27 septiembre, 2022 02:57

Las previsiones económicas no comparten el triunfalismo de la Unión Europea sobre la eficacia de las sanciones a Rusia. Pese a que la economía rusa sufrirá una recesión este año, la magnitud de la caída no será tan grande como se esperó en febrero, cuando Occidente planteó duras sanciones en respuesta a la invasión de Ucrania. Mientras, la factura que la crisis energética va a pasar a Europa no deja de incrementarse.

La OCDE se sumó este lunes a las voces que alertan de una inminente recesión en Alemania, con una caída del PIB en el conjunto de 2023 del 0,7%. Sin la locomotora europea, en el mejor de los casos, la eurozona permanecerá prácticamente estancada en el próximo año, según este organismo.

Tanto las Bolsas, como el BCE y la mayoría de servicios de estudio ven ya inevitable una recesión en la zona euro que no será tan intensa como la que se sufrió en la crisis financiera, pero será dolorosa para los europeos por el empobrecimiento que acompaña a esta crisis por la subida de la inflación.

[La OCDE rebaja el crecimiento de España al 1,5% en 2023 con Alemania sumida en una caída económica del 0,7%]

"Salvo una mejora muy a corto plazo, la eurozona se encamina a una recesión técnica y poco duradera en un contexto de pérdida de poder adquisitivo para los hogares porque tienen que gastar más en energía y alimentos, lo que obliga a reducir el consumo en otros bienes y servicios", explica a este periódico el jefe de Estrategia de Singular Bank, Roberto Scholtes. 

Esta firma espera que, entre el cuarto trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023, la mayor parte de las economías europeas registren caídas de PIB.

El informe de previsiones de la OCDE advierte que el escenario puede ser peor. Ahora espera un estancamiento del 0,3% con una inflación del 6,2% para la zona euro en 2023, pero esto puede acabar en una pérdida económica de 1,25% puntos adicionales y un aumento de la inflación de 1,5% puntos más por la guerra.

En concreto, por el encarecimiento de combustibles y de gas. La subida de los precios de estas fuentes de energía explica en gran medida la crisis que se avecina en Europa. Y, al mismo tiempo, es el as que ha permitido a Rusia aguantar mejor de lo esperado las sanciones de Occidente.

[La UE cree que las sanciones funcionan: el PIB ruso caerá un 11% y la inflación subirá al 22%]

"Se esperaba un derrumbe económico, pero Rusia ha seguido exportando energía y cada vez más cara con lo que su saldo comercial neto mejoró rápidamente tras las sanciones y esto permitió que el rublo se recuperara del desplome inicial y el banco central bajara los tipos de interés", explica Scholtes.

Desde Singular Bank consideran que el daño económico a Moscú está siendo más fuerte por la falta de suministros esenciales, como los semiconductores, que por la energía. 

Consultado por este diario, el analista Juan Ignacio Crespo afirma que el daño a la economía rusa se está produciendo, aunque hay una gran opacidad en los datos que manejan todos los economistas y organismos. 

"A corto plazo, Moscú se puede bandear, pero el problema es enorme para Rusia a largo plazo. Van a tener un problema económico muy grande aunque solo sea por los problemas de suministro de tecnología y chips", señala Crespo.

El pasado julio, el FMI ya lanzó esta alerta al revisar al alza sus previsiones de caída de PIB para la economía rusa en 2022. Frente al hundimiento que había previsto en abril del 8,5% en 2022, y del 2,3% en 2023, el organismo con sede en Washington mejoró esos datos con una caída del 6% este año y del 3,5% el que viene.

Ahora, la OCDE ha ratificado ese cambio de escenario. Ha pasado de pronosticar una caída del PIB ruso del 10% a una del 5,5% en 2022, mientras que para el próximo ejercicio, la pérdida económica que se espera es del 4,5%, frente al 4,1% anterior.

Son datos que muestran una situación económica difícil para Moscú, pero mejor que la dibujada por la Unión Europea, donde se afirma que el hundimiento del PIB ruso por las sanciones alcanzará el 11% y la inflación se disparará este año hasta el 22%.

La OCDE es más cauta y prevé que el incremento de la inflación que sufrirá la población rusa este año será del 13,9%.

Factura en Europa

Mientras, la guerra energética está pasando una dura factura a Europa que podría ir a más. Tanto es así que en el informe que la OCDE ha titulado Pagando el precio de la guerra se reconoce que el escenario central que ha manejado en sus previsiones para la zona euro puede empeorar por estar sujeto a múltiples riesgos.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, reconoció este lunes que "es incierto el horizonte temporal para poder prescindir de gas ruso en Europa" y advirtió que con Alemania e Italia golpeadas por la crisis energética ante su elevada dependencia de Rusia, es difícil que países como España puedan esquivar un golpe "indirecto" en su economía, aunque no habló de "recesión".

Fuente: Banco de España

Fuente: Banco de España

En el contexto europeo, Juan Ignacio Crespo cree que "la recesión es a día de hoy inevitable" dados los problemas que padece la zona euro en un momento en el que los tipos de interés van a seguir subiendo y en el que otras economías globales están padeciendo múltiples problemas. Entre ellas, pone los ejemplos de Reino Unido, China o Estados Unidos.

"La situación va a empeorar rápidamente", advierte, ya que "cuando entre Alemania en recesión, el resto de Europa la seguirá". No obstante, espera que en el segundo trimestre de 2023 la economía global haya terminado su reajuste.