El sector de las ópticas facturó en España cerca de 2.000 millones de euros durante el año pasado, después de haber crecido un 3 % respecto del año anterior, un avance que podría verse afectado en 2020 si la crisis derivada del coronavirus se mantiene hasta la primavera.

Así lo cree al menos el fundador y consejero delegado de la asociación de ópticas independientes Cecop, Jorge Rubio, que en una entrevista con Efe ha explicado este viernes que su sector crece en gran medida por el creciente uso de pantallas por parte de la población y por el aumento de la presbicia, que afecta cada vez a personas más jóvenes.

Según Rubio, las ópticas cuentan con dos áreas de negocio "muy diferenciadas": la de la salud visual, que incluye la adquisición y graduación de lentes por deficiencias en la vista; y la de la moda, que engloba las gafas sin graduación o las gafas de sol y que se consumen por motivos estéticos.

El ámbito de la salud visual tiene una producción "muy local", ya que requiere una fabricación muy adaptada a las necesidades específicas de cada cliente para corregir sus problemas de visión, mientras que para el segundo se acude a menudo a suministros de diferentes países asiáticos.

En este sentido, Rubio ha señalado que la crisis del coronavirus de momento no está teniendo efectos reseñables, en parte porque éste es un periodo del año de menor actividad, pero que "si la crisis se prolonga, a partir de mediados de marzo podrían notarse retrasos en el suministro" tanto de materias primas como de productos fabricados íntegramente en China.

Respecto a los retos a los que se enfrenta el sector óptico en España, el directivo cita la progresiva digitalización de la población que está forzando a las empresas a establecer nuevas vías de comunicación con los clientes potenciales.