Economía

Philippe Martinez (CGT): No se reforma un país sin la aprobación ciudadana

18 diciembre, 2019 15:20

Marta Garde

París 18 dic (EFECOM).- El hombre que encarna en Francia la oposición al proyecto de reforma de las pensiones tiene orígenes españoles y se llama Philippe Martinez, y como secretario general del sindicato CGT reclama su retirada completa como condición para finalizar la huelga.

De discurso calmado e inconfundible bigote negro, Martinez, de 58 años, destaca en una entrevista con

P: Este miércoles empieza un nuevo ciclo de negociaciones con el primer ministro, Édouard Philippe. La intersindical ha lanzado un ultimátum: no habrá tregua hasta que se abandone el plan. ¿Qué expectativas tiene?

R: Que el Gobierno escuche a los ciudadanos. No se puede reformar un país sin el consentimiento de la mayoría de los ciudadanos. Para que las cosas se calmen hace falta que el Gobierno escuche, retire su proyecto y sigamos discutiendo, pero con otras bases.

P: El Ejecutivo ha mostrado su voluntad de instaurar un sistema universal de pensiones que acabe con los actuales 42 regímenes distintos. ¿Qué concesiones está dispuesto a aceptar?

R: No es cuestión de concesiones. Se nos impone un proyecto contestado en su mayoría. Nosotros, y no somos los únicos, otras centrales sindicales también, decimos que ya tenemos un sistema que es muy sólido y que hace falta mejorar, porque los Gobiernos anteriores contribuyeron a debilitarlo.

Hay que revisar reformas pasadas que siguen degradando nuestro sistema y hacer nuevas propuestas, sobre todo de cara a la juventud.

P: ¿Qué propone?

R: Por ejemplo, aumentar los salarios, porque cuando los aumentas incrementas automáticamente las cotizaciones sociales. Nuestro proyecto quiere volver a meter dinero en el sistema, todo el dinero que se nos ha robado.

Por lo tanto, aumentar los salarios, revisar las exoneraciones de las cotizaciones sociales de los empresarios, gravar los ingresos financieros y todo lo que son productos financieros, porque no están sometidos a cotizaciones sociales, y tomar en cuenta los años de estudios de los jóvenes, que hoy hacen estudios superiores y eso no puede llevarles a jubilarse a los 70.

Es necesario considerar a todos los nuevos trabajadores, los de las plataformas digitales, Uber y otros, porque no tienen protección social. Y hay medidas que no tienen nada que ver con la reforma. Por ejemplo, si las mujeres cobraran como los hombres la diferencia de las pensiones se reduciría y metería dinero en la Seguridad Social.

¿Por qué hay tantas personas de más de 55 años despedidas?. Mantengámoslas hasta los 60, es mejor para las estadísticas del paro y la jubilación. Y hay que volver a los diez mejores años como referencia para el cálculo de las pensiones. No cobras igual cuando empiezas que cuando acabas.

P: La edad media real de la jubilación ronda los 63 años y en países como España es superior. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida es alta, ¿jubilarse más tarde es una realidad o una elección política?

R: Es una elección política. ¿Por qué la gente se retira a los 63? Porque si lo hacen a la edad legal (62) tienen pensiones miserables. No se quedan por elección, sino por obligación.

La esperanza de vida aumenta, sí, ¿pero es un problema? Es una suerte. Un país moderno es uno que desarrolla el progreso social. Cuanto más mantengas a la gente en el trabajo menos plazas se liberan para los jóvenes.

P: Hace un año los "chalecos amarillos" tomaron el protagonismo de la calle. ¿Qué lección extrae de esa crisis? ¿Los sindicatos siguen siendo necesarios o deben revisar su papel?

R: Antes de los 'chalecos' se decía que las manifestaciones y el sindicalismo estaban desfasados. Hay que ser coherente. Ellos hicieron lo mismo que nosotros. Para ser sindicatos que no servimos para nada, me parece que se habla mucho de nosotros en este momento. Para ser muertos vivientes, creo que nos movemos mucho.

P: Se ha alcanzado ya el décimo cuarto día de movilizaciones. ¿Cuáles son sus intenciones?

R: En un periodo complicado, porque todo el mundo tiene ganas de descansar a final de año, la movilización es fuerte. Los ciudadanos apoyan este movimiento, así que seguimos igual de determinados para que se retire este proyecto y haya otras opciones para la jubilación en Francia.

P: ¿La pelota está en el campo del Gobierno?

R: Más que nunca.

P: ¿Qué mensaje da a quienes no hacen huelga y se ven afectados por el cierre de los transportes y los efectos paralelos de esta reivindicación?