Milán (Italia), 26 nov (EFECOM).- El grupo Enel ha presentado hoy su plan estratégico para el trienio 2020-2022, en el que Endesa, la compañía con la que opera en España y Portugal y en la que tiene un 70 %, acapara un 22 % de la inversión total del grupo y alcanza los 6.300 millones (un 14,5 % más que en el trienio 2019-2021), de los que casi la mitad serán para renovables.

El nuevo plan de Enel prevé unas inversiones para todo el grupo de 28.700 millones de euros, un 11 % más que para el periodo 2019-2021.

En el caso de Iberia, área que comprende España y Portugal, las inversiones brutas previstas para 2020 son de 1.800 millones de euros, para 2021 de 2.100 millones de euros y para 2022 de 2.400 millones de euros.

Las renovables suponen el 46,8 % de toda la inversión en la región de Iberia, con 3.000 millones de euros para Enel Green Power, que concentra el negocio de generación renovable.

A continuación, se sitúan las redes e infraestructuras, con 2.000 millones de euros; mientras que la inversión en activos convencionales asciende a 900 millones, en comercialización a 200 millones y en Enel X (Endesa X) -el negocio de movilidad y soluciones energéticas- a 200 millones.

Además, el plan estima que el resultado bruto operativo (ebitda) de Endesa alcance los 3.700 millones de euros en 2019, los 3.800 millones en 2020, los 4.000 millones en 2021 y los 4.200 millones en 2022, lo que supondría un incremento del 13,5 % respecto a 2019.

Mañana, miércoles, Endesa presentará la revisión de su plan estratégico que, a diferencia del de Enel tiene carácter cuatrienal y abarca el periodo 2019-2022.

El plan estratégico de la productora de energía eléctrica y de gas Enel para el periodo 2020-2022, que ha presentado hoy, tiene como palanca la inversión en renovables y en el mismo prevé destinar 14.400 millones de euros (más de un 50 % de la inversión total) a descarbonización, a fin de incrementar la capacidad de generación renovable e ir reemplazando su flota de generación convencional.

En concreto, el grupo italiano invertirá 12.500 millones de euros (alrededor de mil millones de euros más que en el plan para el periodo 2019-2021), de los que 11.500 millones serán para capacidad de generación nueva, lo que supondrá incrementar su potencia instalada en 14,1 gigavatios (GW) para alcanzar alrededor de 60 GW en 2022.

Dentro de esos 14,1 GW, están los 5,4 GW para reemplazar generación convencional -principalmente centrales de carbón-, a través de la instalación de renovables en Italia, España y Chile, y una inversión total de 5.600 millones de euros.

Enel espera reducir en el plan hasta 2022 su capacidad de producción de carbón en el mundo en alrededor de un 75 % respecto 2018, y que la participación de las renovables en la capacidad total del grupo alcance el 60 % en tres años, así como elevar su producción libre de dióxido de carbono (CO2) hasta el 68 % en el año 2022.

En la rueda de prensa posterior a la presentación del plan, el consejero de Enel, Francesco Starace, ha abundado en el cierre de centrales de carbón y ha dicho, al ser preguntado por los cierres de plantas por parte de Endesa en España, que no es posible ver en estos momentos un futuro económico para las plantas de carbón en ningún país de Europa.

El consejero delegado de Enel ha señalado que su compañía ayudará en esos procesos de cierre con la experiencia que lleva acumulada y estudiará la puesta en marcha de iniciativas, entre las que están la instalación de más renovables.

Por otra parte, Starace no ha descartado que Enel, a través de Endesa, pueda comprar activos renovables en España a otras compañías y ha confirmado que se están analizando esas posibles adquisiciones, entre las que están incluidos los activos renovables del grupo de infraestructuras ACS.

También se ha referido a la situación política en España, y ha expresado su satisfacción por que se haya llegado a un acuerdo para formar gobierno y que "no se vuelva a votar otra vez".

Además, ha dicho que en Enel no les preocupa la presencia del grupo político Unidas Podemos en el Gobierno, porque ya hay una política energética iniciada por la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

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