Murcia, 29 oct (EFECOM).- El líder del PP, Pablo Casado, ha prometido, si llega a la Moncloa, una "reforma fiscal global" que incluya la supresión de impuestos como los de sucesiones, donaciones y patrimonio, y la bajada del IRPF, con el fin de inyectar 16.000 millones de euros en la economía nacional y crear 300.000 empleos.

Casado ha expuesto este plan en el Congreso de la Empresa Familiar celebrado en Murcia, en el que la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ha trasladado a los directivos que el PSOE elevará el tipo real del impuesto de sociedades a las grandes compañías para compensar el esfuerzo de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

El foro que ha congregado durante dos días a más de medio millar de empresarios de toda España, ha servido para contraponer el modelo fiscal que proponen los dos grandes partidos con vistas a las elecciones del 10 de noviembre.

También para subrayar la necesidad de superar el bloqueo en la formación de gobierno y de recuperar la normalidad en Cataluña ante el daño que están causando los disturbios tras la sentencia del 'procés'.

Casado ha desgranado los ejes del que ha llamado el "Plan España" con el que frenar la desaceleración, cuyo pilar es una reforma fiscal inspirada en la que aplicó José María Aznar en 1998.

Además de eliminar los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio, el PP aboga por bajar el IRPF de manera que, a lo largo de la legislatura, el marginal máximo no supere el 40 por ciento, y del impuesto de sociedades por debajo del 20 por ciento.

También plantea mantener o reducir las cotizaciones a la seguridad social y estímulos fiscales para la compra de vivienda habitual.

Respecto al empleo, Casado se ha mostrado partidario de medidas de flexibilidad laboral y aumentar el periodo de "tarifa plana" para los autónomos con 12 meses adicionales y 24 para personas en especial vulnerabilidad.

Contener el gasto público, suprimir barreras administrativas para poder constituir una empresa en cinco días, aprobar una ley de unidad de mercado, acabar con organismos públicos que "no sean imprescindibles" y abaratar los costes energéticos son otras de las iniciativas que Casado ha expuesto a los directivos.

Por parte del Gobierno, ha sido Montero la que ha detallado la oferta del PSOE después de que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, declinara clausurar el cónclave del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) para participar en un mitin en Palencia.

"Por problemas de agenda, no ha podido acudir en esta ocasión como sí era su deseo", ha excusado la ministra ante el malestar generado en los empresarios, que el pasado año reprocharon a Sánchez que antepusiera las medidas a corto plazo a reformas de más calado.

Montero ha censurado la reforma fiscal a la baja de Casado porque, a su entender, denota que el PP mira más por las grandes rentas que por el ciudadano medio.

Las grandes compañías, según la ministra, deben contribuir en mayor medida incrementado el impuesto de sociedades para acercar el tipo real al nominal y, a su vez, rebajar, del 25 al 23 por ciento, el de las pymes que facturan menos de un millón de euros.

De igual modo, ha reiterado el plan de crear nuevos tipos impositivos a las grandes tecnológicas y a combatir el cambio climático.

Ante el parón de la economía, la titular de Hacienda ha pedido "no alentar visiones apocalípticas, ni alarmas innecesarias", tras insistir en que España está en mejor posición y en que se cumplirá la previsión de crecimiento del 2,1 por ciento para este ejercicio.

"Que el vaso esté medio lleno o medio vacío es importante de cara a los inversores que quieren instalarse en nuestro país", ha recomendado.

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