Economía

Bankia gana un 22,6 % menos y busca elevar ingresos sin cobrar por depósitos

28 octubre, 2019 19:46

(Actualiza la información enviada con referencia EC1186 con el cierre bursátil)

Madrid, 28 oct (EFECOM).- Bankia ha ganado 575 millones hasta septiembre, un 22,6 % menos que un año antes, y, aunque revisará a la baja el objetivo de beneficios de su plan estratégico, repensará también su modelo de negocio para ser capaz de mejorar sus ingresos sin llegar a cobrar a los clientes particulares por sus depósitos.

La caída del beneficio se explica por las mayores provisiones, los menores resultados de las operaciones financieras y los tipos de interés negativos, que harán que el banco gane menos de lo previsto el próximo año, a pesar de que espera salvar 2019 con un último trimestre récord, según avanzó el consejero delegado, José Sevilla.

Además, el banquero ha insistido en que la entidad será capaz de generar 2.500 millones de exceso capital -ya ha conseguido 1.280 millones-, y la idea sigue siendo repartirlo entre los accionistas, ya sea con un abono extraordinario o con otras fórmulas como un "buyback", en el que el banco recompra acciones y las amortiza.

Bankia ve con buenos ojos que el BCE esté ahora dispuesto a dar más certidumbre sobre las exigencias de capital y el supervisor nunca ha puesto reparo a la existencia de dos ejecutivos en el banco: el presidente y el consejero delegado.

La entidad, ha explicado Sevilla en rueda de prensa, sigue explorando fórmulas para aumentar sus ingresos pero descarta por complemento cobrar a los clientes particulares por sus depósitos, aunque desde hace tiempo lo haga con multinacionales y luego también con aseguradoras, fondos de inversión y otras compañías.

Sin embargo, cree que lo razonable es que la banca no traslade a los particulares el coste de los depósitos, una afirmación que contrasta con la de su homólogo en el Banco Sabadell, Jaime Guardiola, que el pasado viernes lo vio como "inevitable".

El "número dos" de Bankia también discrepa con el pesimismo sobre la economía española y pide "no autoflagelarnos" porque con los datos de su entidad -un 10 % de cuota-, no ve que el consumo se frene; la desaceleración es "lógica" tras años de fuerte crecimiento, ha dicho.

Aún así, ha considerado que "lo ideal" es que haya un Gobierno que quite la incertidumbre en el ánimo de la sociedad española.

El ejecutivo defiende el proyecto en solitario de Bankia ante los rumores de fusión y no le consta un supuesto interés de su principal accionista privado, el fondo Artisan, por unir la entidad con el holandés ING, del que también es accionista.

Y ha recordado que en el pasado también se ha hablado de una fusión de Bankia con otras entidades como Sabadell, CaixaBank o BBVA, y "casi cualquier combinación posible" sin que haya "nada ni encima, ni debajo de la mesa".

Sobre la privatización de la entidad, en la que el Estado posee una participación superior al 61 %, sigue pensando que habrá que esperar porque "no es el mejor momento de mercado", que hoy ha recibido los resultados con caídas que han superado el 3,5 %, aunque finalmente quedaron en el 1,80 %.

Para Sevilla la mala evolución de la acción de Bankia, que en el año retrocede casi un 30 %, se explica en gran medida por los tipos de interés y las perspectivas de que no suban en el corto plazo, ya que la entidad es muy sensible a la evolución del precio del dinero.

Tanto es así que una mejora de 50 puntos básicos en el euríbor supondría un aumento de 500 millones en los resultados en dos años.

Mientras esa subida no llega, Bankia mantiene su objetivo de facturar este año 1.000 millones en crédito promotor y conseguir que su margen de intereses -los ingresos puramente bancarios- ronden los 2.000 millones a cierre de 2019.

Hasta septiembre ha caído el 1,4 % en tasa interanual, hasta 1.520 millones, pero ha avanzado el 1,5 % en el tercer trimestre. El margen bruto ha retrocedido el 5,9 %, hasta 2.546 millones, y el neto antes de provisiones, un 9,8 %, hasta 1.176 millones.

La tasa de morosidad bajó al 5,5 % y Bankia prevé que cierre por debajo del 5 % a finales de 2019, mientras que la solvencia CET1 escaló al 13 % teniendo en cuenta los futuros requerimientos.