El Banco de España ha señalado que aunque el mercado inmobiliario en la eurozona presenta un "notable" dinamismo, con alzas sostenidas de precios en numerosos países, los últimos indicadores apuntan a una desaceleración del precio de la vivienda y justifican que las autoridades vigilen este mercado.

Asimismo, ha reconocido que el precio de la vivienda en algunos países presenta signos de "sobrevaloración" con respecto a sus niveles de equilibrio, de acuerdo con los distintos análisis disponibles.

Sin embargo, en el caso de España, las estimaciones del Banco de España indican que el precio de la vivienda no está, en promedio, alejado de su valor de equilibrio, tal y como ha apuntado la entidad en un recuadro sobre la evolución del precio de la vivienda en los países de la zona euro que se incluirá en el próximo Informe Trimestral de la Economía Española.

En este contexto, considera que la evolución de los precios justifica que, particularmente en el contexto actual de tipos de interés reducidos, las autoridades deban someter a vigilancia el comportamiento del mercado residencial ya que el sector tiene una gran relevancia para la marcha de la economía, implicaciones sociales relevantes y su evolución puede originar riesgos para el sector financiero.

A pesar del dinamismo del mercado inmobiliario en la eurozona, los datos más recientes apuntan a una ligera desaceleración. De hecho, el precio de la vivienda en la zona del euro creció un 4 % interanual en el primer trimestre de 2019, frente a una tasa interanual media del 4,8 % en 2018.

No obstante, la entidad destaca la subida cercana al 7 % que se registra en España y en algunas economías, así como una "clara desaceleración" en países como Irlanda o Austria, con avances del 4 % frente a las subidas medias del 10 % y del 7 % durante 2018.

Desde 2014, la vivienda se ha revalorizado más de un 18 % en términos nominales en la zona del euro y el comportamiento alcista ha sido generalizado, con las excepciones de Italia, Grecia y Chipre.

En este contexto, el Banco de España reconoce de que se aprecian situaciones claramente diferenciadas entre países. Así, en Italia, España, los Países Bajos, Irlanda y Grecia, el precio de la vivienda registró una caída acusada durante la crisis, de más del 40 % en términos reales, y tras ello retomó una senda alcista "intensa", que en otros países se corrigió, sin embargo, de forma más leve.

Así, en varias economías como Luxemburgo, Austria y Bélgica se han alcanzado niveles de precios "claramente" superiores a los vigentes antes de la crisis de 2008, mientras que en el promedio de los cuatro últimos trimestres, Alemania, los Países Bajos, Portugal, Irlanda y Eslovenia registraron un crecimiento interanual del 6 % en términos reales.

El Banco de España ha agregado asimismo que el entorno de tipos de interés muy reducidos ha proporcionado un estímulo adicional a la demanda de vivienda como bien de consumo, a lo que se añaden otros factores de oferta o de carácter más estructural, como los demográficos, que también han condicionado el comportamiento de los precios en algunos países.