John Slosar, presidente de la aerolínea de bandera de Hong Kong, Cathay Pacific, renunció hoy a su cargo después de la polémica que rodea a la compañía tras la participación de algunos de sus empleados en las protestas en la ciudad.

En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, la aerolínea asegura que la marcha de Slosar se debe a que se va a jubilar y que éste considera que no hay "ninguna cuestión relativa a su dimisión" que merezca la atención de los accionistas.

Asumirá su cargo Patrick Healy, directivo de otras empresas subsidiarias de la matriz de Cathay, Swire Pacific.

La dimisión de Slosar -que puso fin a 39 años de carrera en Swire- se suma a la del consejero delegado de la compañía, Rupert Hogg, el pasado 16 de agosto.

Entonces, a diferencia de Slosar, Hogg sí que reconoció que habían sido "semanas complicadas" para Cathay Pacific, por lo que consideró que "lo correcto" era que tanto él como su número dos, Paul Loo, asumieran su "responsabilidad como líderes de la empresa".

Aunque en un principio Cathay indicó que no podía hacer nada para impedir que sus empleados participaran en las multitudinarias protestas antigubernamentales que se han llevado a cabo en Hong Kong desde hace tres meses, la respuesta de la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ha cambiado.

Dicho organismo denunció a principios de agosto que Cathay había dejado seguir volando a un piloto acusado formalmente del delito de "revuelta", penado con hasta 10 años de cárcel, tras participar en protestas prohibidas por la Policía, algo que "puso en riesgo gravemente la seguridad aérea".

Desde entonces, la CAAC obliga a Cathay a facilitar los nombres de los tripulantes de cada vuelo y se reserva el derecho a rechazar el aterrizaje en China o el uso del espacio aéreo del país a los vuelos de la aerolínea cuya tripulación no haya sido escrutada y aprobada previamente por el organismo.

En las últimas semanas, Cathay ha despedido al citado piloto, así como a otro que publicó un mensaje de apoyo a las protestas en redes sociales, el mismo motivo por el que también rescindió el contrato de la jefa del sindicato de azafatas de su filial Dragon Airlines, lo que provocó que cientos de personas marchasen en el centro de la ciudad en rechazo a la decisión.