La compañía aérea Gol sufrió en el primer semestre pérdidas por valor de 85,6 millones de reales (unos 22,4 millones de dólares), con una reducción del 94,8 % respecto al resultado negativo de 1.659,2 millones de reales (435,4 millones de dólares) del mismo periodo del año anterior.

Según el resultado publicado este jueves, la aerolínea redujo fuertemente sus pérdidas en el segundo trimestre y registró un resultado negativo atribuido a sus accionistas mayoritarios de 120,8 millones de reales (unos 31,7 millones de dólares).

El valor es un 93,6 % inferior al del segundo trimestre de 2018, cuando Gol cerró con pérdidas de 1.874,8 millones de reales (alrededor de 492 millones de dólares).

A pesar de los números rojos, la facturación neta en el segundo trimestre alcanzó 3.140 millones de reales (alrededor de 824,1 millones de dólares), la mayor registrada por la compañía en ese periodo y un 33,4 % más que en los mismos meses de 2018.

En los seis primeros meses del año, la facturación subió un 19,4 % respecto al primer semestre de 2018 y se situó en 6.351,4 millones de reales (alrededor de 1.667 millones de dólares).

El resultado bruto de explotación (Ebitda) en el primer semestre sumó 1.645,9 millones de reales (unos 432 millones de dólares) con un crecimiento del 39,5 % respecto al mismo periodo del año anterior.

Brasil aprobó a finales del año pasado, bajo el mandato del ahora expresidente Michel Temer, un decreto que permite que empresas extranjeras compren la totalidad del capital accionarial de las aerolíneas nacionales o abran sus propias filiales en el gigante sudamericano.

Antes de esa medida, la participación de las empresas extranjeras en la estructura de capital de las aerolíneas brasileñas estaba limitada a un 20 %, por lo que la apertura total podría estimular y cambiar por completo el mercado nacional, según los analistas.