El grupo de aerolíneas Lufthansa perdió en el primer semestre del año 116 millones de euros, frente al beneficio de 713 millones de un año antes, por provisiones por los riesgos en Alemania, el aumento de los costes de combustible y el exceso de capacidades en Europa, que redujo los márgenes.

Lufthansa informó hoy de que subió en el primer semestre la facturación a 17.523 millones de euros (+3 %), pero bajó el beneficio operativo hasta 417 millones de euros (-60 %).

En el segundo trimestre se mantuvo en la zona de beneficio, pero con una fuerte caída del 24 % del operativo (761 millones de euros) y del 70 % del neto (226 millones de euros).

Lufthansa prevé que el mercado europeo esté lastrado por la guerra de precios, como mínimo, hasta finales de 2019.

Los trayectos de largo recorrido, especialmente a Norteamérica y Asia, tienen buenos resultados, pero los trayectos cortos en Europa, especialmente en Alemania y Austria, tienen resultados negativos por la guerra de precios debido al crecimiento de las aerolíneas de bajo coste.

"Nuestro resultado está influido por una fuerte competencia en Europa y un elevado exceso de capacidades. Están muy afectados los vuelos de corto recorrido de Alemania y Austria", dijo el director Financiero de Lufthansa, Ulrik Svensson.

La compañía ha reaccionado reduciendo los costes y aumentando la flexibilidad, así mismo quiere hacer rentable su filial de vuelos de bajo coste Eurowings.

Los costes por combustible subieron en el primer semestre un 16 % hasta 3.225 millones de euros.

Lufthansa en Fráncfort, Múnich, las aerolíneas regionales, SWISS, Edelweiss Air y Austrian Airlines tuvieron en el primer semestre un beneficio operativo de 564 millones de euros (-42,9 %), tras bajar los ingresos unitarios un 3,2 %.

Pero la aerolínea de vuelos de bajo coste Eurowings registró una pérdida operativa de 274 millones de euros, casi un 25 % más que un año antes, por la caída de los ingresos en los vuelos de corto y medio recorrido.