Madrid, 11 jul (EFECOM).- Las empresas de limpieza integradas en la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel) facturaron el pasado año casi 2.200 millones de euros, una cifra que arroja una caída del 8,4 % y que supone además el menor importe desde 2013.

Entre las principales empresas por facturación destacaron Clece, Eulen, Ferrovial Servicios, Acciona, Sacyr Facilities, OHL Ingesan, Ilunion o FCC, de acuerdo con el informe anual presentado este jueves por la patronal.

A pesar de este retroceso, el presidente de Aspel, Juan Díez de los Ríos, ha señalado que los análisis de 2019 auguran una prolongación de la tendencia de crecimiento del negocio por encima del 1,5 % para la limpieza.

Por su parte, la deuda vencida de las administraciones públicas con las empresas de Aspel descendió cerca de un 16 % con respecto a un año antes hasta situarse en 340 millones de euros.

El mayor importe adeudado correspondió a las comunidades autónomas, que sumaron 144,6 millones, el 42,4 % menos. Con estos datos, las empresas de limpieza tienen que esperar hasta tres meses para cobrar.

A continuación se situaron las entidades locales, con una deuda vencida de 124 millones, el 4 % más, y el Estado con 71,6 millones, el 2,7 % más. En estos dos casos, el tiempo de cobro por parte de las empresas superó los dos meses de demora.

Por otro lado, Aspel ha apuntado que el absentismo laboral en el sector de la limpieza aumentó un 91 % en los últimos cinco años, pasando de 14.136 trabajadores en 2013 a 27.107 de 2018.

Según se desgrana en el informe, el coste total que suponen para las empresas del sector de la limpieza los procesos de baja de una duración de 15 días es de más de 242 millones y los de más de 15 días un total de 267,2 millones para la Seguridad Social.

Además, el sector de la limpieza en España aumentó en 2018 en más de 13.200 trabajadores respecto al año anterior, situándose el número de trabajadores en más de 370.000. Según los últimos datos, el sector de la limpieza representa a un total de 17.544 empresas, 100 más que el pasado año.

Entre los riesgos que destaca la patronal se encuentra la responsabilidad solidaria en la subrogación de las plantillas entre las empresas salientes y las entrantes ya que debido a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea el nuevo contratista asume una parte relevante de la plantilla del anterior.

Así, se producen consecuencias como la subrogación de la totalidad del personal adscrito a la contrata, el mantenimiento de los derechos laborales de los trabajadores y del convenio colectivo que les fuera aplicable o la responsabilidad solidaria por las deudas laborales y de Seguridad Social del anterior empleador, explica Aspel.