Mientras que en muchos rincones de la geografía española todavía se están repartiendo los sillones municipales, los nuevos regidores dejan entrever por dónde irán los tiros en sus mandatos. Más allá de lo prometido en sus programas electorales, sus primeros movimientos delatan unas trayectorias que si dirigen los alcaldes del PP se focalizarán en rebajas de impuestos, mientras que los gobiernos de izquierdas priorizarán las medidas sociales y la inversión pública.

Las primeras palabras o iniciativas de los alcaldes de las cinco capitales de provincia más grandes son muy diferentes, a pesar de que muchos de los problemas de sus vecinos son iguales: atascos, contaminación, suciedad de las calles, altos precios de la vivienda…  Estas son los primeros gestos, palabras o compromisos que han anunciado los alcaldes de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza, las cinco capitales de provincias más grandes, en función de su población.

Madrid

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Uno de los primeros en contar lo que quiere hacer con Madrid ha sido su flamante alcalde José Luis Martínez-Almeida (PP). Fiel a su programa electoral y a los de Cs y Vox ha anunciado una rebaja fiscal por valor de 460 millones, amén de una reorientación de Madrid Central y la eliminación de los semáforos de la M30. El paquete de medidas fiscales contempla una rebaja del tipo impositivo del IBI al mínimo legal permitido, el 0,4% frente al 0,51% actual, que rebajó Carmena. La bonificación en la cuota del IBI por instalación de sistemas de aprovechamiento energético será otra de las actuaciones fiscales, junto a rebajas en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), y el de Actividades Económicas (IAE). 

El IIVTNU, la polémica plusvalía municipal, va a ser otro de sus objetivos. Además de bonificarlo un 95% en el caso de donaciones y herencias entre parientes directos, establecerá un sistema para devolver a los madrileños el dinero pagado, en este concepto, cuando han perdido dinero con la venta de su vivienda. Unos días antes de abandonar el Ayuntamiento Manuela Carmena se habilitó un procedimiento para desbloquear el asunto de la plusvalía.

ZARAGOZA

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Una de las primeras medidas del también popular Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza gracias a los apoyos de Ciudadanos y Vox, va a el reforzamiento de la Policía Local de la ciudad.

Sus promesas son las de “arreglar las cuentas” y “bajar los impuestos”, sobre todo a “todo aquel que quiera venir a Zaragoza a crear empleo”. Dentro de los aspectos más destacados de los 50 puntos pactados con Cs se encuentran la protección a la familia, cheque guardería de 150 euros, así como la atención al problema de la soledad no deseada de los mayores. También citan la pobreza infantil, la atención a la discapacidad y la lucha contra la violencia de género.

Barcelona

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“Ante la situación de excepcionalidad que vivimos y de vulneración de los derechos y las libertades, lo primero que llevaremos a la junta de portavoces es una propuesta para volver a poner el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento hasta que esta situación de excepcionalidad termine”. Dicho y hecho. La alcaldesa de Barcelona, gracias a los votos de su partido Barcelona en Comú, PSC y tres concejales de Cs comunicó esas primeras intenciones en su discurso de investidura.

Sin embargo la primera decisión consensuada entre Ada Colau y Jaume Collboni (PSC) es el nombramiento de Sara Berbel como supergerente del Ayuntamiento de Barcelona. Ese nombramiento marca el camino por donde quieren ir esos socios de gobierno, que es reforzar la estructura  gerencial del Ayuntamiento con profesionales de alto nivel y capaces de hacer funcionar la maquinaria municipal, especialmente, en situaciones complicadas desde el punto de vista político como las que se prevén ya en el mismo arranque del mandato. Además, comunes y socialistas pretenden aplicar esa fórmula a los comisionados, institutos, empresas y agencias municipales.

Colau se dispone a completar las políticas de izquierdas que puso en marcha el mandato pasado pese a estar en minoría. Entre ellas una eléctrica pública, promociones de vivienda protegida, la tarifación social de las guarderías, la moratoria a los hoteles... etcétera. Y como ocurrió en su anterior mandato, la regidora está dispuesta a defender e implementar sus ideas pero sin bloqueo, como demostró cuando firmó un día después de su anterior investidura la renovación del Mobile Mobile World Congress.

SEVILLA

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Juan Espadas es el alcalde de la capital más grande gobernada por el PSOE. Los resultados le favorecen, consiguió dos concejales más que en 2015 (13 en total) y tiene la posibilidad de gobernar en solitario.

"Ningún alcalde le ha dado la espalda a las barriadas menos favorecidas, pero ninguno hemos conseguido resolver esta situación", ha dicho Espadas.

Dentro de las luces y las sombras del mandato que le espera, mencionó que el área metropolitana de Sevilla tiene un déficit de servicio de transporte público,  y que "tenemos que trabajar para conseguir una realidad metropolitana que se adapte a las necesidades". 

En su discurso de investidura estableció prioridades. La primera fue la de los barrios con necesidad de transformación social, donde se concentra buena parte del desempleo estructural, las necesidades sociales o los problemas del sistema educativo. 

En segundo lugar, las infraestructuras y la inversión pública. El área metropolitana de Sevilla tiene un déficit que afecta especialmente a las posibilidades de uso del transporte público y en consecuencia al desarrollo de un modelo de ciudad sostenible y saludable con un menor volumen de tráfico privado. Los pasos que hemos dado históricamente han sido insuficientes.

En tercer lugar, la modernización de nuestra administración y la apuesta por un modelo de desarrollo económico centrado en las nuevas tecnologías y la especialización inteligente. Debemos continuar el proceso iniciado de digitalización y de mejora de la respuesta que se ofrece a la ciudadanía y la simplificación de los trámites internos y los dirigidos a la población. Juntos vamos a dar pasos decisivos y necesarios dentro de esta estrategia de modernización y gestión de los datos e información de la ciudad.

Y, por último, un cuarto pilar fundamental va a ser la reivindicación de los ayuntamientos como la administración más cercana y responsable de dar respuesta a la ciudadanía.

Valencia

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Una de las primeras medidas de Joan  Ribó (Compromís) que revalida alcaldía en Valencia ha sido la de abrir a la gente el balcón municipal. Una decisión que encaja con su política de puertas abiertas  para dar a conocer la institución y acercarla a la ciudadanía. El regidor de Compromís apunta a la consolidación de las políticas de transparencia como su primer compromiso, ya que son “la mejor manera de evitar la corrupción. La ciudad, según sus palabras, debe "caracterizarse por su honradez". Igualmente perseguirá  "una estructura ágil que permita dinamizar la ciudad y gestionar los recursos públicos con responsabilidad”.

Tras ello ha expresado su deseo de que la ciudad "profundice en los derechos de las personas" y sea una ciudad accesible y amable, barrios y pueblos conectados entre sí, cada día más verdes.