Nueva York, 14 jun (EFECOM).- Wall Street no ha conseguido cerrar la semana en verde a pesar de la buena racha que encadena en junio y se tuvo que resignar un día más a las pérdidas, lastrado tanto por el sector tecnológico, que se vio arrastrado por el conglomerado Broadcom, como por el temor a la ralentización de la economía china.

El Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajó un 0,07 %, mientras que el selectivo S&P 500 cedió un 0,16 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq un 0,52 %.

Los decepcionantes resultados trimestrales del conglomerado Broadcom (-5,57 %), que además ha rebajado sus previsiones de negocio para el resto del año, se hicieron notar en el sector tecnológico, el más perjudicado de todos, con una caída global del 0,83 %.

El fabricante de chips atribuyó sus flojas cifras a una demanda que se ha visto afectada por la guerra comercial EE.UU.-China y a la actitud del Gobierno estadounidense contra el gigante tecnológico Huawei.

Con estos datos al tañido de la campana, Wall Street cierra la semana a la baja, después de subidas el lunes y el jueves y leves caídas el martes, el miércoles y el viernes.

Sin embargo, en el conjunto de las cinco jornadas, las ganancias han prevalecido y el Dow Jones se ha revalorizado un 0,41 %, el S&P 500 un 0,47 % y el Nasdaq un 0,70 %, lo que mantiene a los tres índices por encima del 4 % de ganancias acumuladas en el mes de junio.

La incertidumbre por las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, el temor a la ralentización de la economía del gigante asiático, así como la desconfianza hacia las acciones de los fabricantes de chips y semiconductores han sido los tres factores que más han pesado hoy.

Los ojos de los inversores están puestos en la próxima cumbre del G20 que se celebrará a finales de mes en Osaka (Japón), donde se espera que el presidente de EEUU, Donald Trump, se reúna con su homólogo chino, Xi Jinping.

Por otra parte, los nuevos datos sobre la producción industrial en China, que creció en mayo un 5 % interanual, su ritmo más lento en 17 años, han pesado sobre los ánimos de aquellos que temen una reducción de la actividad comercial a nivel mundial.