El co-director del centro de investigación Economics for Energy, Xavier Labandeira ha solicitado este miércoles al nuevo ejecutivo "poner en marcha políticas fiscales en forma de deducciones y subvenciones" para avanzar en la transición energética.

Labandeira ha detallado durante la presentación del segundo Barómetro sobre Transición Energética que este proceso debe realizarse "sin provocar rechazo social", para que haya una mayoría de la sociedad que "acepte estos cambios tecnológicos", ya que se trata de un "problema global, que necesita soluciones globales".

Por su parte el otro co-director del centro de investigación, Pedro Linares, ha asegurado que el anterior gobierno se puso "objetivos ambiciosos con respecto a las renovables y a la eficiencia" y ha calificado a la ministra en funciones para la Transición Energética, Teresa Ribera como "muy valiente" en los avances en este ámbito.

Linares ha afirmado que "espera que los indicadores" de descarbonización, precios de la energía y seguridad "progresen con el nuevo gobierno", pero también ha hecho un llamamiento al consumidor para que se conciencie sobre la relación entre el precio de la energía y el coste de esta transición energética.

"Tendemos a preocuparnos por la subida de los precios de la electricidad" ha comentado Linares, pero que "hay que explicar a la gente que la subida de los precios" y los impuestos que estos conllevan son "un precio agregado que incluye la inversión en renovables".

Estos impuestos sirven para acelerar la transición energética y aumentar "los beneficios para la población como un clima mejor o un aire menos contaminado".

Linares ha puesto como ejemplo de esta subida de precios el diésel y la gasolina porque manda una "señal de que este tipo de combustible es malo" para la transición energética" y que hay que "hacer ver a la gente que determinados comportamientos tienen un coste para el medio ambiente".

"Llevamos quince años pidiendo una política fiscal verde al gobierno y veremos si Hacienda se atreve a hacerlo" ha explicado el co-director del centro de investigación sobre la política de los anteriores gobiernos al respecto.

En cuanto al informe, Linares ha señalado que España redujo seis puntos porcentuales en emisiones de gases de efecto invernadero, ya que se ha pasado de un incremento del 21 % en 2017 respecto a los niveles establecidos en 1990, a un alza del 15,4 % en 2018.

En relación a 2005, la reducción pasó del 21% de 2017, al 24% en 2018 y refleja que el principal factor asociado a esta reducción fue el mayor aporte de la energía hidráulica, aunque las emisiones siguen siendo algo superiores a las de 2016.