Brasil acumuló en los cuatro primeros meses de 2019 un déficit en sus transacciones con el exterior de 8.225 millones de dólares, lo que supone una reducción del 9,2% frente al del mismo periodo del año pasado, informó este lunes el Banco Central.

Entre enero y abril del año pasado, el denominado déficit de cuenta corriente de la mayor economía de Sudamérica se ubicó en los 9.062 millones de dólares.

Según el emisor, en el primer cuatrimestre de 2019 las exportaciones brasileñas bajaron un 2,1%, y las importaciones cayeron un 0,1%, frente al igual período de 2018.

El saldo de Brasil con el exterior también fue negativo en abril pasado con un déficit que sumó 62 millones de dólares, prácticamente el mismo de abril de 2018 cuando fue de 61 millones de dólares.

De acuerdo con el Banco Central, Brasil tuvo un ligero aumento en el superávit comercial de 1,85% en abril, al pasar de 5.400 millones de dólares en 2018 a 5.500 millones de dólares este año, y un pequeño retroceso en el déficit de ingresos primarios, al pasar de 3.000 millones de dólares a 2.900 millones de dólares en el mismo comparativo.

Por otro lado, el déficit en las cuentas de servicios aumentó de 2.700 millones de dólares en abril de 2018 a 3.000 millones de dólares en el mismo mes de este año.

El déficit en transacciones corrientes en los doce meses cerrados en abril de 2019 sumó 13.700 millones de dólares, equivalente al 0,73% del PIB, el mismo resultado observado en el mes anterior.

El Banco Central estima que Brasil cerrará 2019 con un déficit de cuenta corriente de unos 35.600 millones de dólares, lo que se traduce en un 0,9% del PIB.

El organismo divulgó igualmente que la inversión extranjera directa en el país suramericano sumó 7.000 millones de dólares solo en abril pasado, (5.000 millones de dólares en participación de capital y 2.000 millones de dólares en operaciones intercompañía), frente a los 3.000 millones de dólares del mismo mes de 2018.

Para todo este año, el Banco Central calcula que llegaran unos 90.000 millones de dólares en inversiones extranjeras, equivalentes al 4,8% del PIB.