El consorcio bancario nórdico Nordea, el más grande de los países nórdicos y bálticos, tuvo un beneficio neto de 443 millones de euros en el primer trimestre del año, un 40 % menos que en el mismo periodo de 2018, informó hoy el grupo.

Entre enero y marzo, el beneficio operativo de Nordea se redujo un 36 % interanual, hasta 621 millones de euros, lastrado por la caída de los ingresos y por las partidas extraordinarias, entre ellas 95 millones de euros en provisiones para afrontar una posible multa por permitir el lavado de dinero.

El nombre de Nordea aparece junto al de otros dos bancos escandinavos -Swedbank y Danske Bank- en varias investigaciones periodísticas recientes sobre lavado de dinero y las autoridades danesas están indagando su grado de implicación en estas prácticas.

El beneficio por acción cayó un 44 %, hasta los 10 céntimos de euro, mientras que las pérdidas netas por préstamos se situaron en 42 millones de euros, un 5 % más.

Los ingresos del banco nórdico ascendieron a 2.115 millones de euros, lo que supone un retroceso del 11 % respecto a los tres primeros meses de 2018.

En cuanto a su solvencia, Nordea cerró el primer trimestre con un ratio de capital Tier 1 -el de máxima calidad- del 17,1 %, frente al 22,3 % de hace doce meses.