Berlín, 13 abr. (EFECOM).- El Ministerio de Transporte alemán ha puesto un ultimátum a la sociedad gestora del futuro aeropuerto de Berlín para que dé explicaciones sobre el estado de las obras, después de los rumores sobre un nuevo aplazamiento de su apertura, prevista, con nueve años de retraso, para octubre de 2020.

Según el diario "Bild", el secretario de Estado en el Ministerio de Transporte, Michael Güntner, "pidió" ayer en un escrito al gerente del futuro aeropuerto internacional Willy Brandt, Engelbert Lütke Daldrup, "una declaración vinculante" hasta el próximo miércoles.

El ministerio le reclama que diga "si puede garantizar que la fecha de octubre de 2020, nombrada repetidamente por la sociedad gestora del BER" -código de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) con el que se designa el futuro aeropuerto- "podrá cumplirse".

Una de las razones para el nerviosismo del consejo de vigilancia de la sociedad gestora del aeropuerto, formado por los estados federados de Berlín y de Brandeburgo y el federal), revelada ayer por el diario "Tagesspiegel", son las aparentemente "graves deficiencias en el cableado de seguridad del sistema antiincendios".

Estas deficiencias requerirían "medidas de desmantelamiento" en la terminal del BER, es decir, su derribo, precisa el "Bild".

Un informe de 8 de marzo pasado y de 61 páginas sobre el estado de las obras, realizado por el proveedor de servicios de certificación técnica TÜV Rheinland, habla de 11.519 deficiencias, "casi cuatro veces más que las comunicadas por los responsables".

Subsanar estas deficiencias implican "gastos elevados de personal, pero también numerosos desmantelamientos", apunta el informe.

"Nosotros hemos contabilizado las deficiencias de otra manera", declaró por su parte un portavoz del aeropuerto.

El propio gerente del aeropuerto habló públicamente en marzo tras una reunión del consejo de vigilancia de entre 2.000 y 3.000 deficiencias.

Para el futuro aeropuerto se han llegado a anunciar hasta seis fechas de inauguración -la primera en octubre de 2011- y todas han tenido que ser canceladas al descubrirse nuevos fallos en las obras y en la seguridad de las instalaciones.