La nueva terminal que ICL Iberia, la antigua Iberpotash, está construyendo en el puerto de Barcelona estará operativa a finales de año después de que la multinacional israelí haya invertido unos 77 millones en el proyecto.

El director de las obras, Iván Nogales, y el responsable de las operaciones de ICL Iberia en el puerto de Barcelona, Juan Luis Aldea, han explicado a los periodistas que la nueva terminal de ICL tendrá una superficie de 80.500 metros cuadrados y una capacidad de carga anual de barcos de 4 millones de toneladas.

ICL ya tiene actualmente una terminal en el puerto de Barcelona, pero en 2013 anunció que iba a construir una nueva para dar salida a toda la sal y la potasa que extrae de las minas que explota en la comarca del Bages.

Hasta ahora la sal y la potasa extraída de esas minas se transportaba a los puertos de Tarragona, Barcelona y Vilanova i la Geltrú, y ahora todo el transporte se canalizará a través de la nueva terminal del Puerto de Barcelona, situada en el muelle Álvarez de la Campa.

Gracias a la nueva terminal se podrá doblar la cantidad de mineral que ICL traslada al puerto por tren, llegando a más de un millón de toneladas al año, y también aumentará el transporte por camiones, aunque ICL tratará de canalizar por tren todo el mineral que pueda, ha dicho Nogales.

Eso quiere decir que si actualmente se trasladan tres trenes diarios de sales sódicas y unos 40 camiones desde las minas del Bages hasta el Puerto de Barcelona, cuando la terminal arranque ya podrá gestionar unos 4 trenes diarios y entre 60 y 80 camiones.

Sin embargo, la previsión de la multinacional israelí es que en pocos años se puedan descargar hasta 7 trenes cargados de mineral al día.

Para almacenar toda la potasa que llegará del Bages, ICL ha construido un almacén con capacidad de 120.000 toneladas, ampliable hasta las 160.000, y uno de sal, en este caso de 100.000 toneladas ampliable también en otras 40.000.

Las instalaciones de ICL también cuentan con dos grúas de grandes dimensiones, capaces de cargar 1.200 toneladas de material por hora.

De hecho, la terminal de ICL Iberia permitirá cargar dos barcos a la vez, uno de 70.000 toneladas y otro de 30.000, y la capacidad de carga anual pasará de las actuales 800.000 toneladas a cuatro millones.

Las instalaciones de ICL en el Puerto también incluyen una estación de descarga de trenes con cuatro vías de ferrocarril, otra de descarga de camiones y un edificio de oficinas corporativas.

ICL cuenta con unas 13 personas de plantilla en estas instalaciones, que espera aumentar hasta las 25 cuando la terminal esté operativa.

La construcción de la nueva terminal de ICL también ha comportado inversiones por parte del Puerto de Barcelona, por lo que el proyecto suma una inversión total de unos 90 millones, teniendo en cuenta la parte que aporta el Puerto de Barcelona y la de ICL.

Para permitir atracar a barcos de mayores dimensiones, por ejemplo, el calado se ha aumentado hasta los 13,5 metros de profundidad.