La empresa pública italiana Ferrovie dello Stato (FS) ha solicitado dos meses de prórroga al Gobierno italiano para poder convencer a inversores privados de que apoyen el plan con el que impulsar a la aerolínea Alitalia, en administración concursal desde mayo de 2017.

Así lo confirmaron hoy a

FS es la actual responsable de diseñar un proyecto que sirva para devolver la competitividad a la que en el pasado fue una aerolínea de bandera, pero que no tiene beneficios desde 2002.

Ferrovie tenía que haber publicado este plan el 31 de enero, solicitó entonces una prórroga de dos meses que se cumplió el pasado 31 de marzo, y de nuevo ha pedido un aplazamiento.

El pasado febrero, la empresa pública anunció que iniciaba negociaciones con la aerolínea estadounidense Delta Air Lines y con la británica de bajo coste EasyJet, pero esta última se retiró el 18 de marzo.

El secretario nacional del sindicato Filt Cgil, Fabrizio Cuscito, calificó de "inaceptable" la petición de este nuevo aplazamiento y urgió al Gobierno italiano a encontrar "una solución inmediata", según se lee en un comunicado oficial.

Insistió en que el Ejecutivo no debe aparcar la situación hasta después de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 26 de mayo porque el problema de la aerolínea no puede convertirse "en un asunto central de la campaña electoral, con la que captar votos a expensas de los trabajadores".

En la misma línea se mostraron las asociaciones nacionales de pilotos y auxiliares de vuelo ANPAV y ANPAC, que informaron en una nota conjunta de que están estudiando convocar a los empleados a una huelga "para asegurar que Alitalia sea relanzada como una compañía de bandera nacional".

Alitalia se encuentra en administración concursal desde mayo de 2017, cuando se puso en manos del Gobierno ante la incapacidad de la dirección de aprobar un proyecto con el que sanear las cuentas.

El Ejecutivo del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) nombró entonces a tres administradores concursales que han gestionado la aerolínea y que intentaron hasta el año pasado encontrar un potencial comprador de sus activos.

Pero el nuevo Gobierno, formado por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, no quiere vender Alitalia a empresas extranjeras y está tratando de encontrar una solución, que pase por el hecho de que la empresa siga siendo italiana.

El Gobierno necesita el dinero de socios privados que estén dispuestos a invertir en un proyecto creíble y de momento las negociaciones continúan.