Bilbao, 26 mar (EFECOM).- El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, se ha mostrado este martes contrario a la rigidez de ciertos procesos y trámites burocráticos administrativos que limitan la autonomía funcional y gestora de los puertos y ha destacado que "los puertos son y deben ser auténticas empresas".

Barkala ha participado esta mañana en un desayuno informativo en Madrid, organizado por Executive Forum con la colaboración de Bergé Servicios Logísticos, en el que ha reflexionado sobre la gestión de los puertos como administraciones intervenidas en un entorno marcado por una necesaria y creciente competitividad.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao ha señalado que pese a que los puertos tienen que responder a aspectos propios de la empresa, como la responsabilidad económico-financiera, la competitividad o la búsqueda de inversores, no dejan de ser una "administración intervenida".

Además, ha manifestado no comprender que "las reglas del juego sean las mismas para todos los puertos", ya que cada puerto tiene una idiosincrasia y realidad propia, por lo que la existencia de una única normativa perjudicaría seriamente a la competitividad del sector portuario español.

Para dar respuesta a estas cuestiones básicas, Barkala ha manifestado que el Puerto de Bilbao ha presentado una serie de propuestas "motivadas, comprometidas y realistas" de mejora a Puertos del Estado, informa la Autoridad Portuaria bilbaína en un comunicado.

Entre ellas, ha destacado "una real y efectiva" autonomía funcional y de gestión para dar mejor servicio a los clientes, una disciplinada autosuficiencia financiera y el papel coordinador, que no intervencionista, de Puertos del Estado.

Con respecto al caso concreto del Puerto de Bilbao, su presidente ha reconocido que, aunque sus cuentas y datos actuales son muy positivos, los responsables del puerto no se pueden "conformar ni distraer".

Ha destacado la voluntad de seguir trabajado por ser más competitivos poniendo el foco en la mejora y ampliación de las infraestructuras, la reducción de los costes directos y la escucha y el "mimo" a los clientes.

Entre los principales retos y desafíos que afronta se ha referido a la digitalización y transformación en un Puerto 4.0, con la adopción de tecnologías como el "blockchain" y el "big data", y a la transición energética.