Bruselas, 11 mar (EFECOM).- La ministra de Economía y Empresa española, Nadia Calviño, defendió hoy que, antes de abordar la financiación del futuro presupuesto de la eurozona y las aportaciones de los Estados, debe debatirse sobre cuáles serán sus objetivos y ver si éstos responden a las expectativas españolas.

"Antes de discutir los elementos de contribución tenemos que ver para qué serviría este presupuesto de la zona euro (...) y en qué medida responde al grado de ambición que nosotros pretendemos en este ámbito", dijo Calviño a su llegada a la reunión del Eurogrupo, en la que los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona debatirán la cuestión.

La ministra se pronunció así preguntada sobre si España apoyaría que los Estados miembros de la eurozona aporten contribuciones adicionales a este instrumento, al margen de los fondos del presupuesto de toda la Unión Europea (UE), tal y como proponen Francia y Alemania.

Calviño explicó que España mantiene una posición "constructiva" y "ambiciosa" respecto a este instrumento que, en su opinión, debería también tener una capacidad de apoyo a las inversiones y a la estabilidad económica en la eurozona.

En este sentido, España cree que el instrumento debería incorporar tanto un elemento de apoyo a las reformas estructurales como de estabilización de las inversiones.

Ambos componentes se recogen en dos propuestas que presentó la Comisión Europea en el marco del presupuesto plurianual para 2021-2027 y que sirven como una de las bases de discusión para avanzar hacia la creación del denominado "presupuesto para la zona euro".

Calviño insistió en que debe avanzarse "por fases" y ver cuál es el objetivo y funcionamiento del instrumento antes de hablar de su financiación, y recordó que, de hecho, el Eurogrupo se centrará hoy en el posible destino de los fondos de este instrumento.

Según lo pactado en diciembre por los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona, este instrumento presupuestario debería enmarcarse en el presupuesto plurianual de toda la UE y servir para mejorar la competitividad y convergencia entre los países del euro, pero no podría utilizarse para estabilizar la economía de Estados individuales que atraviesen crisis.

Sin embargo, España siempre ha considerado fundamental que exista una capacidad fiscal que complemente la política monetaria y permita estabilizar la economía de los países de la eurozona, algo a lo que se oponen frontalmente otros países, con Holanda a la cabeza.

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