Copenhague, 8 mar (EFECOM).- El Gobierno noruego anunció hoy que el Fondo de Pensiones Global del Estado dejará de invertir en empresas dedicadas a la exploración y producción de petróleo y gas para reducir el riesgo agregado del precio del crudo en su economía.

La inversión del considerado el fondo soberano más grande del mundo -que invierte en el extranjero los ingresos obtenidos por el gas y petróleo noruegos- en ese sector supone cerca del 6 % del total de su cartera y tiene un valor de 320.000 millones de coronas (32.629 millones de euros).

"El objetivo es reducir la vulnerabilidad de nuestro bien común a la caída permanente del precio del petróleo. Por ellos es más apropiado vender compañías que explotan y producen petróleo", señaló en un comunicado la ministra de Finanzas noruega, Siv Jensen.

Esas compañías serán eliminadas del fondo de forma gradual de acuerdo con el banco público Norges Bank Investment Management (NBIM), encargado de gestionar el fondo, una vez que la decisión sea aprobada por el Parlamento, en el que el Ejecutivo tiene mayoría absoluta.

Fue ese banco el que propuso a finales de 2017 al Gobierno que eliminara de su índice de referencia las empresas petroleras y gasísticas para reducir su exposición a los precios volátiles.

El Gobierno conservador noruego resaltó que la decisión "no refleja ningún punto de vista específico sobre el precio del petróleo, su futura rentabilidad o la sostenibilidad del sector" y es independiente de la actual política petrolera de Noruega, principal exportador de petróleo y gas de Europa Occidental.

"La industria petrolera seguirá siendo durante muchos años una industria importante y principal en Noruega. Los ingresos del Estado de la placa continental son consecuencia de la rentabilidad de las actividades prospectivas y productivas. Esta medida es sobre diversificación", consta en el comunicado.

El fondo, que tenía a 31 de diciembre pasado un valor de 8,26 billones de coronas (845.550 millones de euros), presentó el mes pasado un resultado negativo para 2018 de 85.000 millones de coronas (49.648 millones de euros), la segunda mayor pérdida de su historia.