Economía

La cocina en el siglo XXI: espacio multifuncional, eco-friendly, unisex y conectado a RRSS

4 marzo, 2019 12:46

(Información remitida por la entidad que la firma:)

"La cocina revoluciona al resto de las estancias comunes -40% de los usuarios la convierten en lugar de reunión con invitados o para trabajar- y se convierte en un espacio para proteger el medio ambiente -78% de las personas separa la basura, reutiliza más que antes y ahorra agua y energía- y cuidar de la salud -50% ha cambiado su dieta-. Además deja de ser básicamente femenina -30% de los hombres cocina habitualmente en casa- y está dominada por las redes sociales en las que se realizan consultas varias -84%-.

El Instituto Silestone presenta el informe 'Global Kitchen: la cocina, el corazón del hogar', publicación que refleja cómo se materializan en el diseño y uso de esta estancia, los cambios sociales y los modos de vida del siglo XXI. Un espacio, de carácter multifuncional, que recupera su posición como núcleo vital de la vivienda y que deja de ser básicamente femenino. Pasa de acoger la actividad más tradicional de elaboración de la comida a convertirse en el lugar de culto a la salud y el bienestar, así como del cuidado del medio ambiente. En él, además, las redes sociales son las protagonistas para acercarse a la cultura culinaria y transformar los hábitos de consumo según criterios de eficiencia energética, sostenibilidad o reciclaje. 

"¿Seguimos en la cocina?" Esta frase forma parte de la cotidianidad de muchos hogares, lo que demuestra su posición de centralidad en todas las culturas y que tiene sus consecuencias en su uso y diseño. Para ello se considera por encima de todo su funcionalidad: acoger la labor del cocinado junto a otras actividades que le ceden el resto de las estancias, como ver la tele, consultar las tabletas etc.

La cocina deja de ser, aunque lentamente, un espacio únicamente femenino. Así la mujer sigue siendo la figura encargada de la preparación y organización de las comidas -duplicando el porcentaje masculino- si bien se observa un progresivo cambio fruto del reparto de las tareas domésticas.

El binomio alimentación-salud, plenamente interiorizado, tiene también su reflejo en la cocina. La preocupación por un estilo de vida más saludable, tanto a nivel físico como mental, se constata en el interés por conocer tanto la procedencia como las propiedades nutricionales de los alimentos.

La conciencia medioambiental condiciona el uso de la cocina a todos los niveles. Se traduce en la progresiva transformación en los hábitos de compra y otros comportamientos: cada vez tienen menos cabida las bolsas y envases de plástico, ganan importancia el suministro a granel y los productos de temporada y proximidad. Y también en que la cocina se convierte en el espacio en el que se profundiza en la conservación y reutilización de alimentos para evitar su desperdicio.

Las redes sociales cobran protagonismo, incluso por delante de la domótica y dispositivos inteligentes. Y se convierten en motivo para pasar más tiempo en ella, explorando nuevos platos o recetas, convirtiéndose también en fuente de información sobre cambios en la dieta, mediante blogs, Facebook, Instagram o tutoriales de YouTube. Un proceso en el que los chefs han adoptado un papel prescriptor -han relevado incluso a la mujer a la hora de transmitir la tradición gastronómica- compartiendo su sabiduría gastronómica a través de dichas redes, Además las RRSS tienen otro papel fundamental como es ser una de las principales herramientas para la transformación de los hábitos de consumo en base a criterios de eficiencia energética, sostenibilidad o reciclaje.

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