El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, instó este jueves al Ejecutivo holandés a alcanzar una solución para que la tensión generada por su irrupción en el capital de Air France-KLM no perjudique a la aerolínea.

"Es urgente volver a la razón, trabajar juntos y encontrar una vía que permita que este magnífico buque insignia del transporte aéreo vaya mejor en los próximos años. Y lo hará si trabajamos juntos", dijo en la cadena "Public Sénat".

Le Maire se pronunció un día después de que el Gobierno holandés anunciara en un primer momento que se había hecho con el 12,68 % del capital del grupo franco-holandés y después comunicara que había elevado esa participación al 14 %, similar al 14,3 % que está en manos del Estado francés.

El ministro calificó ese movimiento de "hostil" porque las autoridades francesas no habían sido advertidas.

"La semana pasada me reuní con mi homólogo holandés. Me expresó las preocupaciones de Holanda sobre Air France-KLM. Le dije que íbamos a actuar y lo hicimos: mantuvimos a Pieter Elbers al frente de KLM. (...) Y la respuesta particularmente hostil es una entrada sorpresa en el capital, ¡sin avisar a nadie!", dijo.

La irrupción de Amsterdam se produce, oficialmente, para preservar los intereses de KLM, que desde la fusión no ha dejado de ganar en peso frente a su rival francés, lastrado por las tensiones internas entre la empresa y sus trabajadores.

Le Maire se reunirá este viernes con el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, para abordar lo sucedido.

"Lo responsable no es seguir en este cara a cara que ha hecho bajar la cotización de Air France-KLM, que fragiliza el grupo, sino solucionarlo cuanto antes mediante la mejor cooperación posible", añadió el ministro francés.

Según publica hoy el diario holandés "AD" citando a fuentes del gabinete, el Gobierno holandés planeó en total secreto y desde agosto de 2017 la intervención del Estado en el grupo aeronáutico.