Los cambios a los que se enfrentará durante las próximas décadas el sector de la automoción, como la llegada del vehículo eléctrico, autónomo, conectado, compartido y personalizado, transformarán la industria de los fabricantes de recambios.

Esta es una de las principales conclusiones recogidas en el análisis que forma parte del plan estratégico elaborado por la comisión de recambios de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), que se ha presentado este jueves en el recinto ferial Ifema.

En este análisis, se detallan algunas líneas estratégicas para mejorar la competitividad del sector y reducir la incertidumbre en los próximos tres años, ha explicado el presidente de la comisión de recambios, Benito Tesier, quien ha definido el plan como una "reflexión compartida" por los profesionales del sector de la posventa para avanzar hacia el futuro.

La consultora especializada en posventa Victoria del Corral ha explicado que la implantación del vehículo eléctrico reducirá "de forma drástica" el mantenimiento del vehículo -ya que cuenta con menos componentes-.

El coche autónomo reducirá también el número de accidentes e implicará una caída en torno a un 70 % en los ingresos por reparaciones en chapa y pintura (aunque, según las previsiones de Sernauto, su implantación no estará lista antes de 2040).

El cambio de paradigma en la posesión del coche y los nuevos métodos de movilidad como el carsharing (coche compartido) provocarán un aumento de la media de kilómetros recorridos por vehículo y demandarán una mayor cantidad de componentes de posventa, ha añadido la fuente, aunque el problema es que el poder de decisión estará en menos manos, por lo que aumentará la concentración en grandes grupos de talleres.

El acceso a los datos convertirá al vehículo en un "elemento activo" y permitirá ofrecer al conductor servicios adicionales, como la anticipación del mantenimiento o de posibles averías y comunicarse así con el usuario para acceder a algún tipo de canal de reparación, según el documento.

Esto es algo que exige, según Tesier, un esfuerzo tecnológico y económico de inversión estratégica en la industria.

Otra de las tendencias del futuro, añade, será la consolidación de la reducción de la demanda de vehículos diésel, que puede provocar problemas de sostenibilidad de toda la industria del automóvil, lo que incluye a los fabricantes de recambios.

La transparencia derivada de la entrada de los portales de internet "tensionará" la relación entre fabricantes y distribuidores y provocará según él una reducción del precio de estos recambios.

A eso se le unirá el previsible incremento del coste de las materias primas, lo que supondrá una caída en los márgenes de los fabricantes, detalla el informe.

En el corto plazo, el análisis prevé que se lancen marcas de recambios con la denominación de la firma de vehículos y se adquieran plataformas de distribución online.