El banco holandés ABN Amro obtuvo un beneficio neto de 2.325 millones de euros en 2018, un 17 % menos que el año anterior, mientras que en el cuarto trimestre la caída del beneficio fue del 42 %, informó hoy la entidad.

El resultado operativo del banco en 2018 subió un 1 %, hasta los 3.742 millones de euros.

Los gastos se redujeron un 4 %, hasta los 5.352 millones, y los ingresos operativos bajaron un 2 %, para situarse en los 9.093 millones.

El banco mejoró su solvencia con respecto al año anterior, elevando su ratio de capital de máxima calidad CET 1 "fully loaded" del 17,7 % al 18,4 %.

"El beneficio neto de todo el año 2018 fue bueno, con 2.300 millones de euros. Estamos en camino de cumplir nuestros objetivos financieros para 2020 (...) pese a una perspectiva económica algo más débil", dijo en un comunicado Kees van Dijkhuizen, consejero delegado del banco, que fue nacionalizado en 2008 y cotiza en la bolsa holandesa desde 2015.

En el último trimestre del año la entidad registró un beneficio neto de 316 millones de euros, un 42 % menos que en el cuarto trimestre del año anterior, cuando obtuvo 542 millones.

El resultado operativo en el cuarto trimestre cayó un 17 % frente al mismo periodo del año anterior, hasta los 643 millones de euros, mientras que los ingresos de la entidad se redujeron un 11 %, pasando de los 2.429 millones a los 2.157 millones.

Los gastos operativos se redujeron un 8 % en ese periodo, para situarse en 1.514 millones.

Van Dijkhuizen atribuyó la caída del beneficio neto en el último trimestre al "alto deterioro de los préstamos en determinados sectores".

En particular, los deterioros de los préstamos se elevaron a 208 millones de euros en el último trimestre, por las dificultades en sectores como el del transporte marítimo, los servicios petroleros o los diamantes.

El consejero delegado del banco indicó que la entidad propondrá aumentar el dividendo en 0,80 euros por acción, lo que elevará el dividendo total propuesto para 2018 a 1,45 euros por acción.

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