El director general de Citroën para España y Portugal, Pablo Puey, ha afirmado este martes que el problema de contaminación en las emisiones de los coches son los vehículos antiguos y no los de motor diésel.

Pablo Puey, que ha participado en Valladolid en un acto conmemorativo de los cien años de la marca Citroën, ha asegurado que "un coche diésel de hoy contamina un 85 por ciento menos que el de hace quince años", tras lo que ha insistido en que "el problema (de contaminación) no son los diésel sino los coches antiguos".

Ha advertido de que España tiene un parque automovilístico muy antiguo, lo que al mismo tiempo, para los productores, supone una "oportunidad que se debe aprovechar".

Ha reconocido que se está registrando una disminución en las ventas de los coches diésel, pero Citroën ha vendido el año pasado un 10 por ciento más vehículos tirados por este combustible que la media de mercado.

Para el director general de Citroën, el 2019 para la industria automovilística en España "va a ser un año complejo", aunque la estimación es que crecerá en torno al 5 por ciento tendiendo en cuenta que existe "un parque antiguo por renovar".

A su juicio, el mercado va a tener en los tres primeros trimestres de 2019 una tendencia similar a la 2018, pero en el último "habrá que prepararse para un nuevo esquema" teniendo en cuenta la normativa que operará en 2020 en la UE.

Ha recordado que en la UE se exigirá en 2020 el cumplimiento de una normativa "estricta" para conseguir una reducción importante de las emisiones contaminantes de CO2.

Pablo Puey ha asegurado que la compañía Citroën y sus asociados están preparados tecnológicamente en sus factorías -en España las de Vigo, Zaragoza y Madrid- para hacer frente al reto de emisiones menos contaminantes y al avance en la implantación de los coches híbridos y eléctricos.

Así, ha apuntado que Citroën, en el año 2023, el 80 por ciento de su gama va a tener una oferta eléctrica y en el 2015 llegará al cien por cien.