El buque francés L'Atalante.
Europa convierte a los datos en su activo estratégico en defensa: de las misiones humanitarias al control de fronteras
Los datos son el centro de proyectos comunitarios basados en la monitorización de los movimientos militares en conflictos como la guerra en Ucrania o la vigilancia marítima.
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La complejidad creciente del panorama geopolítico ha puesto sobre la mesa conceptos que, hasta el momento, protagonizaban un discreto segundo plano, entre ellos, el de inteligencia geoespacial. Esta hace referencia a la capacidad de las Fuerzas Armadas y de las agencias de seguridad de recopilar, analizar e interpretar la información que les ayude a comprender mejor el entorno, así como a anticipar amenazas y planificar operaciones.
A nivel nacional, desde la Dirección General del Dato del Gobierno de España, precisan que el país lleva años invirtiendo en el desarrollo de capacidades propias en este campo, tanto en áreas como la formación como en la adquisición de tecnologías avanzadas, con el objetivo de reforzar su autonomía estratégica y su contribución a operaciones internacionales.
En este sentido, la región participa activamente en programas europeos relacionados con la observación de la Tierra y la inteligencia geoespacial, como Copernicus (el programa de la UE que recopila y distribuye datos abiertos sobre el planeta) y MUSIS (Sistema Multinacional de Imágenes por Satélite) y colabora con otras iniciativas bilaterales y multilaterales para el desarrollo de capacidades satelitales y la compartición de datos.
Sin ir más lejos, la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid, alberga el Centro de Satélites de la Unión Europea (SatCen), una agencia de la Comisión Europea que genera información a partir de datos captados por satélites y que influyen en la toma de decisiones en materia de seguridad y defensa.
De hecho, algunas organizaciones como el SatCen han utilizado imágenes de los satélites dentro del programa Copernicus para detectar concentraciones de tropas y material militar ruso, analizar cambios en aeródromos o rutas logísticas o apoyar la verificación independiente de eventos sobre el terreno en el marco de la Guerra en Ucrania, lo que ha sido “clave” para la toma de decisiones de la UE y la OTAN.
Estos satélites también han sido clave en las operaciones de FRONTEX en el Mediterráneo, ya que han ayudado a identificar embarcaciones y coordinar rescates o intercepción de las mismas; además de en catástrofes naturales como los terremotos de Siria y Turquía, cuyos datos se emplearon para detectar zonas colapsadas y evaluar daños, así como planificar rutas de acceso seguras.
En España también destaca el Proyecto Zeus, puesto en marcha por el Ejército de Tierra español, una iniciativa tecnológica que integra inteligencia artificial, redes 5G y datos satelitales para mejorar las capacidades operativas. Según la Dirección General del Dato, este proyecto busca crear una “nube táctica de combate” que permita una mayor interoperabilidad y eficacia de las operaciones militares.
Datos y desafíos
No obstante, el uso de datos satelitales abiertos, como los que impulsan las iniciativas mencionadas, no solo está acompañado de oportunidades, sino también de desafíos que hay que resolver para maximizar su utilidad en el ámbito de la defensa, tal y como apuntan los diferentes expertos.
Así, entre ellos, destacan algunos como que su integración proveniente de múltiples fuentes requiere de sistemas y procesos que garanticen su interoperabilidad y su coherencia, lo que lleva asociados retos técnicos y organizativos; también, la importancia de garantizar la seguridad y confidencialidad de los mismos, desplegando protocolos y medidas que eviten su uso indebido.
En este sentido, y con el objetivo de dar solución a estos desafíos, desde Dirección General del Dato proponen desplegar plataformas nacionales que integren datos satelitales abiertos para su uso tanto civil como militar y promover estándares abiertos geoespaciales. Asimismo, insisten en la importancia de la cooperación entre el ámbito civil y el militar, facilitando el intercambio de datos, el apoyo a la I+D+i y el fomento de la formación especializada.