Francisco Hortigüela (Ametic) apuesta por una agenda “a la altura de lo que el país necesita y no se quede en el discurso”

Todo aquel relacionado con la industria digital española sabe que, tras el periodo estival, el pistoletazo de salida al nuevo curso se da en Santander, a cargo de Ametic, la patronal de un sector que ya representa el 26% del PIB de la economía de nuestro país.

Este año, el Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones repite localización convocando a empresas y políticos en la capital cántabra. Y, como es habitual, se celebra en unas fechas que apenas dan margen a esa desgana posvacacional que nos atenaza tras el verano: del 1 al 3 de septiembre.

Su lema—’Digitalización, competitividad e impacto social. La gran ecuación’— desde luego, invita a la acción y deja poco lugar a la especulación sobre las intenciones de esta edición que, además, estrena presidente. Una responsabilidad que desde octubre de 2024 mantiene ocupado a Francisco Hortigüela tras haber ganado las elecciones internas.

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Entonces, volvía a una casa que conocía bien y de la que fue director general durante cuatro años junto al anterior presidente de Ametic, Pedro Mier. Un retorno que volverá a celebrar en Santander en apenas unas semanas, haciendo gala de un propósito que tiene claro: “Cómo hacer que la transformación digital no se quede en el discurso, sino que tenga un efecto real en el tejido productivo, en la administración y, sobre todo, en la vida de las personas”, explica el propio Hortigüela en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL

En su hoja de ruta figuran algunas de las cuestiones recurrentes en anteriores ediciones, entre ellas la necesidad de pactos de Estado en digitalización, industria y talento. “Seguimos creyendo firmemente en la necesidad de grandes acuerdos de país, y este año vamos a insistir, con más urgencia si cabe”, adelanta.

“De hecho, desde la patronal ya estamos trabajando con gran ahínco para impulsar un pacto de estado en materia de educación que garantice un modelo más estable, adaptado a las demandas del siglo XXI y que potencie el talento de nuestros jóvenes”, añade. Para lo que ya han mantenido reuniones con administraciones, expertos y representantes del sector privado para fomentar una colaboración “más fluida” entre todos los actores implicados.

“En Santander queremos reforzar esta importante misión. Defendemos que solo desde el trabajo conjunto y la visión de largo plazo podemos hacer que la digitalización sea una verdadera palanca de crecimiento e inclusión en áreas tan esenciales como la educación”, agrega con convicción.

Visión compartida

Aunque la educación constituye la base para impulsar la economía digital, los ámbitos de actuación de Ametic engloban todos los sectores, tipos de empresa y tecnologías. Especialmente aquellas que marcarán el futuro: inteligencia artificial, tecnologías duales aplicadas a defensa, sostenibilidad digital e impacto social.

También la aplicación de la digitalización en sectores clave como la salud, el turismo, la cadena agroalimentaria, la movilidad o la vida en las ciudades centrará las conversaciones durante los tres días del encuentro en Santander.

El presidente de Ametic, Francisco Hortigüela, en la redacción de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Javier Carbajal

"Además, queremos reforzar nuestra proyección internacional. Por eso daremos un espacio destacado a los vínculos estratégicos entre Europa y América Latina, un socio natural con el que compartimos idioma, visión digital y oportunidades de desarrollo conjunto”, avanza Hortigüela.

En cualquier caso, el presidente de Ametic también pone énfasis en la innovación “como eje estratégico de competitividad” y hace una llamada a una “visión compartida, más colaborativa y centrada en las personas”. Asimismo, recuerda que “si algo define a Santander es precisamente eso: ser un espacio donde representantes del sector público, privado y académico pueden debatir, compartir ideas y comprometerse con soluciones reales al servicio del bien común”.

Diálogo permanente

De ahí que este año, la patronal quiera reforzar su papel como “plataforma de diálogo permanente” entre instituciones y empresas, y consolidar un modelo de colaboración público-privada orientado a la acción “con una agenda digital ambiciosa, alineada con los retos actuales y a la altura de lo que el país necesita”.

A la amplia representación institucional —con ministros, secretarios de Estado, presidentes autonómicos o responsables de organismos clave como Red.es, CDTI o ENISA—, se une la participación de corporaciones como Banco Santander, Fundación ONCE, Amazon, Huawei, Microsoft o Google, consultoras como Ayesa, VASS, o Neoris, o tecnológicas españolas como GMV, Televés o SIRT.

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“Si están en Santander es porque su visión importa. Son quienes están marcando hoy el presente y definiendo las claves del futuro digital”, apostilla Hortigüela.

Una visión transversal que también recogen los contenidos del programa, que abordará desde tecnologías emergentes como la computación cuántica, con compañías como Multiverse Computing o Qilimanjaro; o la digitalización inclusiva, donde la pyme juega un papel esencial. Todo ello con un objetivo común: pasar de las palabras a los hechos con la implementación de soluciones “que impulsen la competitividad y el bienestar social”.

Ecosistema digital en transición

Al margen de la agenda de Santander, y desde la perspectiva que dan los años —Hortigüela atesora una larga experiencia en diversas compañías tecnológicas—, toca hablar del ecosistema digital español, del que el congreso anual de Ametic es un indicador clave desde hace casi 40 años. Y no todo son parabienes.

“España cuenta con un ecosistema con mucho potencial, diverso y con cada vez más prestigio internacional, pero también arrastramos carencias estructurales: fragmentación, falta de un ecosistema inversor sólido y una normativa en ocasiones limitante y excesiva”, advierte Hortigüela.

Sobre el papel de la industria digital en el modelo productivo español, admite que “cada vez se entiende más, pero todavía no lo suficiente. A menudo se habla de tecnología como si afectara sólo a su sector, cuando no es así. La industria digital tiene mucho que ofrecer al conjunto de la sociedad”, subraya.

Y es que, bien implementada, impulsa la competitividad, el empleo, la educación, la cohesión territorial, la inclusión social o la sostenibilidad de forma transversal. “Es importante que los legisladores, los ciudadanos y las propias empresas entiendan que esto no va sólo de transformación digital, sino de transformación de país”, subraya.

“Hoy nos enfrentamos a un entorno más incierto y desafiante que hace unos años”, manifiesta con cierta preocupación. Pero su actitud optimista —que bien conocen los que lo llaman Paco— no se deja vencer.

Mirando hacia atrás, recuerda que “hace cinco años aún teníamos que explicar por qué la digitalización era, más que un valor añadido, una necesidad estratégica para el desarrollo económico. Hoy ya nadie lo pone en duda”.

En su posición actual como presidente de Ametic y anfitrión en septiembre de la trigésima novena edición del Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones, admite para concluir que desde su actual mandato ha firmado un compromiso para “contribuir al progreso de nuestro país mediante la tecnología, con la convicción de que, si se dirige de manera adecuada, puede mejorar la vida de las personas”.