Antonio García Loureiro, catedrático de Electrónica de la Universidad de Santiago de Compostela.

Antonio García Loureiro, catedrático de Electrónica de la Universidad de Santiago de Compostela.

Opinión ESPAÑA, NACIÓN CHIP

Nuevas tecnologías para el suministro de energía en y desde el espacio

Antonio Garcia Loureiro
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Los dispositivos que usamos en el espacio, como pueden ser satélites, sondas o robots exploradores, necesitan energía entre otras cosas para funcionar, interaccionar con el entorno, enviar datos y moverse. Normalmente, obtienen esa energía gracias a paneles solares que convierten la luz del sol en electricidad y en algunos casos guardan esa energía en algún tipo de sistema de almacenamiento como baterías. Esto funciona muy bien cuando pueden recibir suficiente luz del sol, pero no en lugares del espacio donde no llega tanta luz, o que están siempre en la oscuridad, como ocurre en la cara oculta de la luna.

En el caso de las naves espaciales que viajan al espacio profundo, y cuando no hay suficiente luz solar, se suele usar alguna forma de energía nuclear. Ésta se consigue por ejemplo con generadores que transforman el calor que sueltan ciertos materiales radiactivos en electricidad. Aunque es una solución efectiva, es mucho más cara y complicada que usar paneles solares, y desde el punto de vista medioambiental es bastante problemática.

En los últimos años, las agencias espaciales de Europa, Estados Unidos y Japón, así como diversas compañias, están explorando otra forma de llevar energía al espacio usando convertidores fotovoltaicos. La idea es enviar energía sin cables, con un rayo láser que va desde una fuente (como un satélite equipado con paneles solares) hasta un receptor situado en el dispositivo espacial que queremos alimentar. Ese receptor convierte directamente la luz del láser en electricidad. Esta nueva tecnología podría abrir el camino a nuevas exploraciones, actualmente imposibles, como por ejemplo en la cara oculta de la luna o en el espacio profundo.

En la actualidad, grupos de investigación españoles y europeos están trabajando en desarrollar receptores especiales de carburo de silicio, un material muy resistente al calor, al frío y a la radiación espacial. Con esto, esperan crear sistemas que puedan dar energía a pequeños satélites, robots exploradores o incluso a bases futuras en la Luna o Marte.

Estos avances también podrían usarse en nuestro pequeño planeta azul, aunque suenen a película de ciencia ficción. La idea es poner enormes paneles solares en el espacio, en órbitas donde siempre hay sol, y no se ven afectados por las nubes u otros efectos climatológicos. Así se puede generar mucha más energía que en la Tierra. Luego, esa energía se enviaría a la Tierra con un láser, para tener electricidad limpia todo el tiempo, sin importar si es de día o de noche.

En definitiva, al crear tecnologías que proporcionen nuevas soluciones y que además funcionen bien en lugares difíciles como el espacio exterior, también aprenderemos a hacer sistemas de energía más eficientes para usar en la Tierra. Además, estos avances pueden impulsar la innovación en materiales, almacenamiento energético y sistemas inalámbricos, lo que tendría aplicaciones en muchos otros campos, desde la industria, agricultura, la medicina o las telecomunicaciones.  En resumen, investigar cómo usar energía en el espacio también puede ayudarnos a construir un futuro más limpio y sostenible para todos.

***Antonio Garcia Loureiro es catedrático de Electrónica de la Universidad de Santiago de Compostela