El mundo de la tecnología y la digitalización sigue avanzando en todo el mundo de forma imparable, acelerando el proceso de cambio de los modelos económicos, industriales y sociales, en gran parte por la revolución de la Inteligencia Artificial, la Robótica, la Ciberseguridad y en breve por la computación Cuántica, entre otras tecnologías.
El naturalista inglés Charles Robert Darwin, en su libro “El origen de las Especies”, nos planteaba la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, donde las especies que mejor se adaptan al entorno son las que sobreviven.
Pues bien, si el entorno está cambiando y aplicamos el concepto de selección natural a nuestra sociedad, veremos que es de vital importancia adaptarnos a este nuevo ecosistema digital de forma rápida y eficaz. La negación del cambio solo nos llevaría a ser relegados a ser una sociedad de segunda y perder todos los avances conseguidos hasta el momento, poniendo en riesgo el Estado de bienestar del que actualmente disfrutamos, y que quizás, por haber nacido en él, no valoramos adecuadamente.
Los cambios nos asustan a todos, pero debemos superar ese miedo natural y ver las ventajas que nos ofrecen, sin dejar de ver los peligros que nos acechan, pero siempre con una visión positiva y propositiva. El negar la realidad es un peligro y luchar contra ella es un peligro aún mayor.
En Europa disfrutamos del Estado de bienestar, un modelo político y económico en el que el Estado asume la responsabilidad principal de garantizar el bienestar social y económico de sus ciudadanos. Con el claro objetivo de reducir las desigualdades y conseguir equidad para todos los ciudadanos y cohesión social, asegurando que todos tengamos acceso a servicios básicos, como Sanidad, Educación, Seguridad, Vivienda, servicios sociales y prestaciones de desempleo y pensiones.
Para que el sistema funcione correctamente es necesario que la economía sea fuerte y competitiva a nivel global. Porque la riqueza se reparte, la pobreza se prorratea
De ahí, la importancia de la nueva hoja de ruta de la Unión Europea, la Brújula de la Competitividad, de la que ya he hablado con anterioridad. Esta nueva hoja de ruta pone de manifiesto el papel de la digitalización en la economía y en la competitividad empresarial, así como la necesidad inmediata de reducir la carga burocrática en Unión Europea y en los países miembros.
Para mantener el Estado de Bienestar, que tanto costó construir, es necesario que Europa y España dejen de perder competitividad y empiecen a recuperar el posicionamiento que tenían a nivel global hace años. La eficacia y el impacto real de los Fondos Next GenerationEU en nuestro sistema productivo, es un claro ejemplo de que los mecanismos de ayuda de la UE son muy mejorables.
Para seguir avanzando tenemos que invertir en infraestructuras básicas de telecomunicaciones, transporte y energía. A raíz del apagón, vimos la importancia de contar con unas infraestructuras de primer nivel. Sin ellas la digitalización es imposible.
También tenemos que evitar la demonización de la tecnología, porque nos puede abocar a perder el tren del progreso. Sí, hay riesgos, como en todo, y hay que trabajar para eliminarlos, pero hay que minimizar los riesgos, no eliminar la tecnología por completo. En la educación la tecnología digital juega un papel fundamental en el aprendizaje basado en proyectos y en desarrollo de capacidades como el trabajo en equipo, la creatividad o la comunicación, al mismo tiempo que permite la personalizando de la educación al nivel de cada persona. Ninguna tecnología es mala per se, solo su mal uso lo es.
En breve nos iremos de vacaciones, ya sé que todavía nos queda uno o dos meses, pero espero que ese periodo nos sirva para reflexionar sobre el presente y el futuro que queremos y ver cómo la digitalización nos puede ayudar a conseguir una sociedad mejor, más sostenibles en todos los sentidos, también en el económico (competitividad) y por supuesto en el social.
En España tenemos muchas cosas de las que sentirnos muy orgullosos, somos líderes en muchos sectores productivos y referencia a nivel mundial y tenemos que conseguir que a través de la digitalización ese liderazgo crezca y se consolide.
A la vuelta de vacaciones, AMETIC organizará como cada año, y van ya 39 años, con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo el curso “Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones” donde el sector público y privado debatiremos sobre el presente, el futuro de la digitalización y su impacto en la economía, la industria y la sociedad. Porque juntos es como se construye el futuro. Un futuro donde mejore nuestra competitividad y nuestro impacto social, donde nadie se quede fuera y podamos seguir garantizando el mantenimiento del Estado de Bienestar.
*** Francisco Hortigüela es presidente de Ametic.