Juan Riva.

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Opinión Humanizando la tecnología

Del miedo al dominio: la necesidad de formarse en IA

Juan Riva
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La inteligencia artificial se ha consolidado como una auténtica palanca de transformación para nuestro tejido productivo. Lejos de ser una tendencia pasajera, su impacto ya se siente en múltiples sectores, desde la salud hasta las finanzas, la educación o la industria. Y no solo las empresas están reconociendo su potencial: según datos de Randstad, 7 de cada 10 trabajadores considera esencial formarse en IA para afrontar con garantías los retos del mercado laboral.

Este interés no es casual. Las organizaciones que ya han adoptado tecnologías basadas en inteligencia artificial han comprobado que la formación es un factor determinante para su implantación efectiva. Tal y como recoge el informe 'Inteligencia Artificial y Recursos Humanos: hacia una gestión del talento más inteligente y humana', elaborado por Randstad Research,  el 71% de las empresas del sector manufacturero y el 64% del financiero ya están capacitando a sus empleados en competencias relacionadas con la IA.

Sin embargo, a medida que esta tecnología avanza, también crecen las dudas y los temores, especialmente en lo que respecta al futuro del empleo. Es comprensible: toda disrupción genera incertidumbre. Una parte de la población sigue percibiendo la IA como una posible amenaza. Pero los datos invitan a pensar lo contrario. Un informe reciente de InfoJobs revela que solo el 24% de los trabajadores en España ve la IA como una amenaza para su empleo, frente al 37% del año anterior. Esta bajada refleja un cambio de actitud: el miedo a lo desconocido está dando paso a una visión más realista y constructiva.

Ese cambio se debe, en gran parte, a una mejor comprensión del verdadero papel de la inteligencia artificial. Lejos de reemplazar al ser humano, la IA está diseñada para complementar nuestras capacidades, automatizando tareas repetitivas y liberando tiempo para funciones de mayor valor añadido. Está contribuyendo a mejorar la eficiencia, reducir la carga de trabajo, impulsar la competitividad de las empresas y generar nuevas oportunidades de negocio.

De hecho, la inteligencia artificial no solo no destruye empleo, sino que lo está creando. Según el informe 'Nuevas tecnologías y empleo en Europa', elaborado por el Banco de España, la demanda de profesionales vinculados a la IA ha crecido un 31% en 2024 solo en nuestro país. Pero este crecimiento acelerado también ha puesto de relieve una carencia preocupante: la falta de talento especializado.

Otro estudio, encargado por IndesIA, revela que el mercado de talento en Data e Inteligencia Artificial en España ya representa cerca del 19% del total de profesionales del sector IT en nuestro país. Sin embargo, a pesar de este peso creciente, la oferta de talento no está siendo capaz de cubrir la demanda actual del mercado.

Con una capacidad formativa anual de aproximadamente 6.000 nuevos profesionales, se estima que la brecha entre oferta y demanda no se cerrará antes de 2030. Esta diferencia es especialmente pronunciada en perfiles como especialistas en inteligencia artificial, data architects y data engineers, que figuran entre los más demandados y, a la vez, los más difíciles de encontrar.

Esta situación evidencia la urgente necesidad de fortalecer los programas formativos en tecnologías avanzadas.  Por eso, la formación se convierte en un pilar fundamental para garantizar que esta revolución tecnológica beneficie a toda la sociedad. Formarse en competencias digitales, ética de la IA, pensamiento computacional o análisis de datos ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Se estima que la brecha de talento en ciencia de datos e inteligencia artificial persistirá al menos hasta 2030, lo que exige una respuesta coordinada y urgente desde el sistema educativo, las empresas y las administraciones públicas.

En este sentido, las instituciones comienzan a dar pasos significativos. Un ejemplo es ALIA, el modelo de IA generativa desarrollado por el Gobierno de España, que busca construir una inteligencia artificial ética, transparente y alineada con los valores europeos. Esta apuesta por un modelo propio no solo refuerza la soberanía tecnológica del país, sino que impulsa la necesidad de contar con profesionales capaces de desarrollar, implementar y supervisar estas herramientas de forma responsable.

En definitiva, la inteligencia artificial no representa una amenaza, sino una oportunidad histórica para transformar nuestro modelo productivo, impulsar la innovación y generar empleo de calidad. Pero para aprovechar todo su potencial, debemos abordar con urgencia la gran tarea pendiente: formar el talento necesario para liderar esta nueva era. La IA está aquí para quedarse, y cuanto antes la entendamos, la adoptemos y nos preparemos para ella, más cerca estaremos de construir un futuro próspero, inclusivo y sostenible.

*** Juan Riva es CEO & Founder IMMUNE Technology Institute.