Es curioso cómo cambian las cosas, con qué velocidad se puede perder una posición de privilegio (ganada a pulso) por razones dispares. Seguro que últimamente habéis visto múltiples noticias sobre Tesla: desde las imágenes en las que los propietarios del vehículo cambian la insignia, hasta personajes famosos deshaciéndose del vehículo eléctrico en cuestión, pasando por esa imagen de 250 metros con el mensaje "No compres un Tesla" dibujado en la arena de una playa o la de varios coches quemados por gente poco respetuosa con la propiedad ajena.
Hay quien dice que el hecho de que las ventas de la susodicha empresa sigan hundiéndose en Europa (vende casi la mitad que hace un año) y en el resto del mundo es por culpa de las salidas de tono de Elon Musk y por su apoyo a Donald Trump. Es posible, igual que es posible que la introducción de nuevos modelos propios (¿menos exitosos?) y de la competencia estén abriendo el abanico de opciones entre las que elegir y que la suma de factores esté haciendo que una parte de los usuarios se esté inclinando hacia otras marcas europeas y chinas. Los datos nos indican que fabricantes de automóviles como Volkswagen, BMW, Audi o BYD, por citar algunos, van aumentando sus ventas.
Es importante recordar que, en el año 2003, Tesla decidió fabricar coches eléctricos con el objetivo de acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible. En aquel entonces los fundadores fueron Martin Eberhard y Marc Tarpenning; aunque en 2004 se les unieron Ian Wright, JB Straubel y Elon Musk (también son considerados cofundadores). Curiosamente, de todos ellos el único que sigue en la empresa es Elon (iba a poner un adjetivo antes del nombre, pero no tengo claro si existe alguno que esté a su nivel…). Aunque varios de sus ex han fundado empresas relacionadas con la electrificación de vehículos, el reciclaje de baterías eléctricas, etc.
Permitidme hacer un inciso aquí, recordemos que Elon en su día fue uno de los fundadores de Paypal y sigue siendo uno de los miembros más ilustres de la conocida Mafia de PayPal, ese grupo de hombres (Elon Musk, Reid Hoffman, Peter Thiel, Luke Nosek, Ken Howery, y Keith Rabois) que crearon Paypal y que después la vendieron a eBay, convirtiéndose en multimillonarios. Algunos optaron por un perfil bajo y otros por seguir creando startups, por invertir en empresas a las que veían un gran potencial de crecimiento e incluso a escribir algunos libros.
Sabemos que la frontera entre la genialidad y la locura es muy fina, así que a los comunes de los mortales nos cuesta entender la lógica que rige sus cerebros. Por eso es interesante leer libros como From Zero to One, un libro que escribió Peter Thiel para explicar su visión sobre la competencia y el éxito empresarial. Él cree que la competencia es destructiva y que las empresas deberían aspirar a crear monopolios; es más, nos dice que los monopolios permiten a las empresas innovar sin la presión constante de la competencia, lo que a su vez genera un valor significativo a largo plazo. La verdad es que su idea no es tan loca como algunos de sus detractores dicen, básicamente porque es más fácil innovar sin la presión de la competencia, ni de los reguladores, ni del tiempo… cosa que también sucede en algunas dictaduras capitalistas como China, por citar algún ejemplo.
Sea como sea, es innegable que hay un antes y un después de Tesla, que han innovado y revolucionado la industria del automóvil, creando vehículos eléctricos que no solo son eficientes y más respetuosos con el medio ambiente que los de combustión, sino también de elevado rendimiento y tecnología avanzada. Así que más allá de la figura polarizadora de Elon Musk, de sus controvertidas declaraciones y de sus reprobables comportamientos, es importante recordar que la compra de un vehículo no es una compra impulsiva y que hay varias razones por las cuales la gente debería seguir comprando Teslas, independientemente de sus opiniones sobre Musk.
Lógicamente, no digo que los compréis puesto que debéis analizar las alternativas disponibles que mejor encajen con vuestras necesidades y con vuestro presupuesto; pero sí que digo que no debemos eliminarlos de la ecuación porque su CEO nos guste mucho, poco o nada. Al fin y al cabo, él solo es un accionista que representa en torno al 13% de la empresa y viendo la trayectoria del valor de la misma durante los últimos meses o leyendo noticias como "Tesla no levanta cabeza: retira todos los Cybertrucks que ha vendido por un problema que aumenta el 'riesgo de colisión'" puedo intuir que más de uno se estará poniendo nervioso, de nuevo.