
David de Celis, Country Manager Spain de Boldyn Networks.
Sin lugar a dudas la tecnología 5G ha entrado con fuerza en el escenario tecnológico global, posicionándose como la base para una revolución en la conectividad y la digitalización de las economías y las sociedades.
En España, su implementación y desarrollo está ayudando a transformar sectores estratégicos, desde la industria hasta la sanidad, pasando por las administraciones públicas. Sin embargo, uno de los aspectos más prometedores y desafiantes de este nuevo estándar de comunicación es el desarrollo de su versión privada: las redes privadas 5G.
Estas conexiones proporcionan una infraestructura segura para optimizar procesos y mejorar la eficiencia, y garantizan una conexión de calidad y sin fisuras, abogando por la sostenibilidad del sector, pero también plantean retos que deben abordarse desde el prisma de la innovación para consolidarse y expandirse.
Por un lado, debemos tener en cuenta la regulación del espectro radioeléctrico. Para que las redes privadas 5G sean viables, es necesario que las empresas puedan acceder a frecuencias reservadas de forma ágil y asequible. España está apostando de manera acertada en poner frecuencias a disposición de las empresas (como la banda 40 y la 258) para desarrollar casos de uso innovadores.
Debemos seguir en esta línea para abordar los retos del futuro y animar a los organismos públicos a seguir dando apoyo para fomentar la inversión en las redes privadas 5G...
Por otro, la naturaleza de las redes privadas 5G, que manejan datos sensibles y operan en entornos críticos, nos plantea el tema de ciberseguridad. Estas conexiones garantizan la protección de los datos de los clientes, especialmente en sectores como la salud o la defensa, donde la información es particularmente delicada. Pero es importante realizar inversiones continuas en tecnologías de seguridad y contar con un enfoque proactivo frente a nuevas y posibles amenazas.
Igualmente, es prioritario fomentar un ecosistema tecnológico estable y maduro que fomente la colaboración entre el sector público y privado para impulsar casos de uso innovadores y promover la adopción de esta tecnología - que sin lugar a dudas en sinónimo de progreso-, y que ayuda a empresas e instituciones a vertebrar su ecosistema digital.
Con todo ello, las redes privadas 5G representan una oportunidad única para transformar el tejido empresarial español y posicionar al país a la vanguardia de la digitalización. Pero, para alcanzar este objetivo, es imperativo abordar los retos regulatorios, económicos y técnicos que en muchas ocasiones dificultan su despliegue.
***David de Celis es Country Manager Spain de Boldyn Networks.