Espero que os parezca bien que hoy no hable de inteligencia artificial, ni de las diferencias entre HispanIA 2040 – el modesto proyecto del Gobierno para construir esa visión integral de cómo la IA puede ayudar a resolver algunos de los grandes desafíos a los que se enfrenta España – y Stargate, el ambicioso proyecto de infraestructura de IA de Donald Trump y de algunas grandes empresas americanas. 

Prefiero centrarme en un tema que está copando menos titulares, pero que es muy importante desde mi punto de vista, el hecho de que ya sólo se pueden vender  teléfonos móviles con USB Tipo C para cumplir con la regulación europea. No sólo eso, sino que el año que viene también acaba la moratoria para los cargadores de los portátiles.  

En más de una ocasión he hablado sobre los residuos electrónicos y la cantidad de los mismos que acaban "perdidos" en los hogares de todo el mundo, probablemente más del 50% de lo que se vende. 

Estoy convencido de que os habrá pasado más de una vez lo de no saber qué cargador es el que funciona con los distintos dispositivos y accesorios que nos rodean o lo de encontrar algún cargador que no sabes ni de qué es.

Es importante saber que esta Directiva de la Unión Europea busca estandarizar los cargadores para reducir su número y que se aplica a teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales, auriculares, cascos, consolas de videojuegos, altavoces portátiles, lectores electrónicos, teclados, ratones, sistemas de navegación portátiles y auriculares internos vendidos en la UE.

Estamos hablando de una cantidad muy relevante de dispositivos, cargadores y accesorios, con lo cuál se espera una gran reducción de los residuos electrónicos generados por esta vía. 

Lógicamente, sería deseable que se implementen campañas para ir reciclando los viejos cargadores, los dispositivos a los que alimentan y sus accesorios, ya que el hecho de que se queden en los hogares Europeos no es ideal, ni deseable, ni eficiente.

Está muy bien que reduzcamos la cantidad de cargadores gracias a la estandarización y a que los fabricantes en muchas ocasiones ya no los incluyen; pero todavía sería mejor orquestar algún tipo de campaña de recogida y reciclaje de toda esa ingente cantidad de residuos electrónicos "abandonados".

Recuerdo que al principio los fabricantes se oponían porque decían que no poder usar sus cargadores iba en contra de su competitividad, de su innovación. Pero la realidad es que no creo que sufran un perjuicio tan grande y que la reducción de cargadores se irá haciendo evidente en los próximos meses y años.

Más si cabe cuando la estandarización también llegue a los portátiles, a partir del 28 de abril de 2026, también se aplicarán a los ordenadores portátiles. En resumen, algunas veces la regulación aporta mucho y es fundamental para inducir algunos cambios muy importantes.