Tener un buen conocimiento sobre geoestrategia e innovación tecnológica es clave para todo el mundo teniendo presente que nos encontramos en una era de policrisis en el que el control de la tecnología equivale a poder.

El mundo figital, a la vez que la globalización, ha hecho que el planeta como tal y la humanidad como ente este más conectado que nunca. El mundo y la humanidad son uno y está interconectado en todos los sentidos, económicos y sociales. Y en ese sentido, todo importa, todo influye y por eso el conocimiento es poder.

Los problemas y retos a los que se enfrenta el planeta son de ámbito global y solo se solucionarán gracias al apoyo local. Existen crisis derivados de dichos problemas que implican un punto de no retorno para la existencia de la propia humanidad o nuestro planeta. Los acuerdos globales son necesarios para poder seguir.

La convergencia de tecnologías y la velocidad a la que se adoptan gracias a esta hiperconectividad ha disparado la carrera por la competitividad y el liderazgo tecnológico del planeta para poder ser competitivos. Las economías emergentes han encontrado, en la innovación tecnológica, una oportunidad para poder crecer rápido.

El mayor crecimiento ha sido el de China que, gracias a esta geoestrategia, en 20 años ya lidera numerosos ámbitos de la economía mundial y empieza a intentar liderar la seguridad. Esta región, junto con otros países, algunos que forman los BRICS demandan un nuevo orden mundial ante la hegemonía del liderazgo de Estados Unidos del mundo occidental o "desarrollado". A la vez que China, existen compañías o personas que controlan nuestros datos y que tienen mayor capacidad de influencia que muchos países. El poder está cambiando de manos.

La inteligencia artificial, así como el resto de las tecnologías también comporta sus riesgos sobre sus usos duales. Riesgos de competitividad de perder la carrera o descarrilar, de dependencia de unos pocos, en la gobernanza por desinformación o manipulación, sociales al respecto una mayor desigualdad y brecha social, falta de privacidad y control o planetarios derivados del modelo extractivo actual que estamos haciendo a la naturaleza. Sea como fuere, anticipar los riesgos y evitarlos es poder.

Las cadenas de suministro, así como la revolución industrial y el aumento de la demanda y la población, han evidenciado nuestras dependencias económicas a la vez que han aflorado nuestras necesidades. Existe la oportunidad de poder hacer las cosas de otra manera para cambiar las cosas pero solo si tenemos suficiente poder para hacerlo.

Entender, capacitarse y tener capacidad crítica, conocimiento y adaptabilidad, además de valores humanísticos en este contexto es lo que permitirá tener una estrategia basada en la geoestrategia y la innovación.

El consenso del uso de tecnologías solo para el bien de las personas sería de los más importantes de la historia de la humanidad porque querer es poder.

PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls y rodearos de sinergentes que siempre suman aptitudes, equipo y valores.