La semana digital ha tenido como gran protagonista al South Summit, el mayor evento autóctono nacional. El camino a la normalidad post-Covid se vio reflejado en la asistencia física, más de 11.500 personas. El equipo de D+I dio puntual información de todo lo importante. Expertos como son los redactores de Disruptores e Innovadores en la cobertura de decenas de eventos internacionales a lo largo del Hemisferio Norte, en esta ocasión al comparar coincidieron con una crítica intensa que se pudo leer también en las redes sociales: la presencia de mucho startapero vendehumos en la edición de este año.
Y ahí fue cuando Alberto Iglesias, subdirector de D+I, abrió con acierto un melón interesante. O un debate que creo debe ponerse sobre la mesa para analizarlo de forma sosegada. La digitalización avanza firme en las empresas con startups y tecnológicas que hacen proyectos muy interesantes. Pero en paralelo existe un colectivo de aficionados a las ayudas públicas, al exhibicionismo en redes y a la quema de herencias familiares,... que vive del faranduleo, profesionales del canapé que están dañando la imagen de las startups serias. Y de ello hubo sobrada representación en el foro de esta semana, como reflejaba la crónica que Iglesias tituló: South Summit: entre vendehumos y realidades innovadoras.
Es triste que muchos empresarios tuerzan el ceño cuando los buenos emprendedores, las aceleradoras o los capitales riesgos les hablan de soluciones propuestas por startups, porque la imagen que genera esa parte del colectivo más aficionada al postureo que al trabajo, les genera desconfianza. Claro que es la que más juego da a los políticos.
Y al mismo tiempo Alberto Iglesias ponía el dedo en otra llaga. El South Summit recibe una ayuda directa del Ayuntamiento de Madrid de 450.000 euros, además de inyección del Gobierno y otras ayudas de ayuntamientos y autonomías, también directas, donde celebran eventos locales. Sin ir más lejos, el 3 y 4 de noviembre se va a celebrar en Valencia el South Summit Health & Wellbeing y va a percibir por dos días una inyección de dinero público (entre autonómico y local) como mínimo igual a lo que el Ayuntamiento de Valencia acaba de destinar para todo el resto de actores: 150.000 euros. Con la salvedad que el resto del sector tiene que presentar numeroso papeleo en una concurrencia competitiva y la ayuda máxima, si la ganan, es de 8.000 euros por empresa. Y Valencia es un simple ejemplo porque coincide en el tiempo la concesión de ayudas a unos y a otros.
¿Por qué esos privilegios? ¿Cómo es posible que se dé ese trato de favor tan desequilibrado en lo monetario y en el procedimiento, unos a concurso y otros con entrada directa? Y una tercera cuestión, ¿no deberían como mínimo exigir un nivel de calidad antihumos?
Ahí es cuando se apela a la singularidad del evento. Es cierto que hace años era singular y necesario apoyar estas iniciativas. Pero esta misma semana se ha celebrado en Madrid la feria profesional Fruit Atraccion donde lo que más ha sorprendido al sector es la gran cantidad de iniciativas interesantes en el ámbito de la digitalización. Ahí no había humo. Y por supuesto no tenían las ayudas de otros. ¿No sería más interesante que la administración apoyase con intensidad las ferias tradicionales para que avancen con rapidez a la era digital? Ya sabemos que los recursos son limitados... Se abre el melón y el debate. Porque, además, nos consta que las propias administraciones quieren que se abra.
Generadores de empleo
El South Summit también tuvo su parte seria e interesante. Scaleup Spain Network presentó un estudio en el que asegura que por cada empleo que crea una scaleup se generan 76 puestos de trabajo indirectos. Hay una parte muy profesional en ese mundo. En España existen unas 400 scaleups que han atraído 3.000 millones de inversión, tienen 8.800 empleados y van a pasar en un año de una facturación de 1.600 millones a más de 3.100. El foco mediático no lo tienen puesto por lo que son, sino por lo que van a ser y lo rápido que va a ocurrir.
Entre las inversiones que se han conocido esta semana del sector, destacan los 1,1 millones que Angels Capital, el fondo de Juan Roig con sede en la Marina de Valencia ha invertido en Timpers y Fixme Connect. La primera es una startup de venta on line de zapatos diseñados por personas ciegas que realizan el proceso mediante el tacto. La segunda permite a las empresas información de todos sus clientes y sus ventas.
Otra de las buenas noticias de la semana es la inyección de 7,2 millones que le ha llegado a Katoo, la firma que digitaliza la cadena de suministro de la restauración con herramientas habituales en otros sectores y soluciones para temas de financiación. La foodtech, que prevé multiplicar por cinco sus ventas en dos años, opera en España e Italia y con este paso se va a implantar en Latam.
Y como éxitos curiosos, Entrii, una startup que ha encontrado un singular hueco de mercado. Se dedica a espiar en los supermercados chinos a la competencia. Entre sus clientes, Campofrío y Chocolates Valor. Cuesta mucho tener control de lo que ocurre en China. La startup, mediante inteligencia artificial y big data, recorre los lineales y te pone al día de cómo están tus productos y los de tu competencia.
Más SaaS y ética de datos
En el ámbito internacional es interesante estar pendiente de lo que dicen sus grandes líderes porque sus palabras de hoy serán tendencia aquí en poco tiempo. Esta semana D+I entrevistaba al CEO mundial de VMware, Raghu Raghuram, que además de explicar cómo está siendo su desenganche de Dell Technologies, de la que ha sido filial, marca -como estamos viendo en otras empresas- una apuesta firme por el alquiler, por el servicio as a service (SaaS). Con implantación en más de 100 países, lo tienen claro, salvo en los sectores regulados donde lo normal es comprar el software, en el resto la tendencia de las empresas es la cuota mensual para poder concentrarse en su negocio.
Y entre las reflexiones que agradan, las que hacía el lunes a D+I el nuevo presidente de Microsoft España, Alberto Granados, no van a comerciar con los datos de sus clientes. La ética seguro que vende y da más recursos a largo plazo. La compañía marca sus propios límites y por ejemplo se ha autoprohibido vender sistemas de reconocimiento facial a ninguna policía del mundo por sus sesgos raciales.
Y es que los cuerpos y fuerzas de seguridad cada vez se adentran más en la tecnología para ser más eficaces en el control. El Ejército de Tierra ha creado la Brigada Digital y está usando ya gemelos digitales para el control de las comunicaciones y la ciberseguridad.
En un área en la que España lo tiene todo para ser una potencia es en centros de datos. Las nueve principales empresas del sector han creado una asociación, Spain DC, para convertir al país en el hub del sur de Europa. Al ser una península, tenemos más ventajas en ser lugar de amarre de cables submarinos.
Del token maño a la madera
En el ámbito autonómico y local esta semana les destacamos cuatro iniciativas. Zaragoza se vio obligada a hacer el año pasado una ofrenda a la Virgen virtual el 12 de octubre. Tuvo casi 30.000 asistentes más que la física celebrada un año antes, que había congregado a 112.000 maños. En este 2021, aunque 20.000 sí podrán asistir físicamente, se ha rizado el rizo y se va a sortear NFT (tokens no fungibles) para tener una obra de arte digital en el que se reflejan los tres típicos cabezudos La Pilara, El Berrugón y La Forana. Combinar la vida social y lo popular con lo tecnológico, sin duda que es una gran vía para divulgar la digitalización.
Muy interesante es la iniciativa de la Politécnica de Madrid y el Hospital 12 de Octubre. Mediante machine learning van a lograr un grado de alta precisión en los tumores cerebrales. Están utilizando modelos generados a partir de imágenes hiperespectrales para discernir, en tiempo real y durante las mismas intervenciones quirúrgicas, qué tejido está afectado por el tumor y cuál permanece sano.
En Navarra, el Gobierno se ha comprometido con la comunidad foral a impulsar el primer Centro Nacional de Industrialización y Robótica de la Construcción. Pero no piensen sólo en el cemento, porque en la era de la sostenibilidad, para Navarra la construcción va a ser sinónimo de madera. Un material para hacer una construcción más sostenible y de paso dar salida a uno de sus principales activos, los bosques.
Los municipios también luchan en la carrera digital. Uno peleón es el de Talavera de la Reina, que quiere ser uno de los players del sector de producción de videojuegos. Además de Madrid y Barcelona, también compiten por atraer ese talento Zaragoza, Castellón, Valladolid y Navarra. Los datos invitan a esa apuesta, el sector prevé crecer un 18% y ya factura 1.747 millones.
Y conectando lo internacional con lo nacional, hemos encontrado al otro lado del charco la reflexión que muestra la oportunidad de la digitalización en español de la que hablábamos la semana pasada. El viernes D+I publicaba la entrevista que hacía la corresponsal en Miami, Rosa Jiménez, a Eloisa Rodríguez, la directora de Rocket Lab. Desvelaba que las apps que más negocio aportan desde el móvil son las de moda/retail, banca y delivery. En España, el líder de esta categoría es Burger King seguido por McDonald’s. Tras él, se posiciona Uber Eats.
La directiva advertía de que es muy importante que las herramientas hablen español, pero el de cada lugar. Las aplicaciones de apuestas e incluso de compras han decidido contratar equipos o agencias locales para acelerar su entendimiento y funcionamiento en el mercado latinoamericano por los matices que tiene el idioma en cada lugar.
Si esos matices son importantes, imagínense lo que supone perder frescura al traducir todos los asistentes virtuales al inglés y de ahí al idioma local. Sería interesante que en ese proyecto de PERTE de la digitalización en español, que anunció hace una semana el Gobierno, se premie a quien diseñe la inteligencia artificial en castellano, pero con los matices lingüísticos de cada país en los que se habla. Así no sería sólo un proyecto de país, sino un plan mundial y fomentaría de paso muchos negocios cruzados entre empresas españolas y las de Latam que tienen interés en sus gobiernos vecinos...¿Y por qué no?
** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux.