El interior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

El interior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

Investigación POR DENTRO

Entramos al Centro Nacional de Aceleradores de Partículas, la joya científica de Sevilla

En el lugar de la antigua Expo 92 ahora se desarrollan radiofármacos, analizan piezas aeroespaciales y datan objetos históricos.

15 enero, 2022 03:27
Sevilla

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Está considerado como un instituto científico-tecnológico singular, en él trabajan directamente 60 personas y es el único de su condición en nuestro país. Hablamos del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla, una instalación que desde 1998 es emblema de la innovación en física y química más avanzada.

El centro es extraordinariamente sobrio por fuera, perfectamente mimetizado con el particular escenario que conforma el PCT Cartuja, aprovechando las antiguas instalaciones de la Expo 92. Pero en su interior, el edificio esconde algunos de los aceleradores de partículas más interesantes de su clase.

"En España hay otros aceleradores medianos o pequeños, y también otros destinados a tareas muy específicas, pero ninguno como éste dirigido a investigaciones interdisciplinares". El que habla es Rafael García Tenorio, catedrático y director del Centro Nacional de Aceleradores.

El exterior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

El exterior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

Él es el encargado, bastón en mano, de guiarnos por los distintos espacios del centro. "Nacimos con un sólo acelerador, pero ahora contamos con varios de ellos con distintos usos", dice mientras nos introduce en el epicentro de la acción. Aclara, antes de nada, que la visita es completamente segura: "El acelerador lleva varias horas sin operar y la radiación gamma, de todos modos, se va rápidamente. En cualquier caso, tenemos un fuerte muro de hormigón y pasamos revisiones muy exhaustivas del Consejo de Seguridad Nuclear".

Aclaraciones mediante, llegamos a una gigantesca sala que parece sacada de una película. Solo interrumpe la elegancia de la sencillez y la severidad de tamaña grandeza de hormigón las distintas maquinarias que, a ras de suelo, obran la magia de este lugar.

De lo primero que nos habla Rafael García Tenorio es del funcionamiento general de uno de estos aceleradores: "En una jaula generamos las partículas que atraemos al tanque y, por un efecto físico, se aceleran a través del tubo mecánico. Dirigidas por imanes, el haz de partículas llega a una de las líneas que nos interesa investigar".

El catedrático Rafael García Tenorio, director del Centro Nacional de Aceleradores.

El catedrático Rafael García Tenorio, director del Centro Nacional de Aceleradores.

Con los rayos gamma pueden irradiarse satélites y otros componentes aeroespaciales ("el nuestro es el más potente de España", defiende el catedrático). Con el ciclotrón se producen los radiofármacos que permiten las terapias más avanzadas contra enfermedades y facilitan millones de diagnósticos ("trabajamos todos los días para toda Andalucía y parte de Portugal"). En ese mismo sentido, la máquina PET para investigación de que dispone el Centro Nacional de Aceleradores permite llevar a cabo ambiciosos ensayos clínicos junto al también local Hospital Virgen del Rocío.

A su vez, la espectrometría de masas permite medir elementos radioactivos de vida muy larga o en concentraciones mínimas, como puedan ser accidentes como el de Chernóbil. "Tenemos cuatro proyectos europeos, cuatro nacionales y cinco autonómicos. Es algo único en España y solo hay diez espectrómetros similares en Europa, por lo que trabajamos con organismos como la Agencia de Energía Atómica o ENRESA, a la hora de clasificar los residuos nucleares", detalla García Tenorio.

El interior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

El interior del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla.

Sin olvidarnos de la aplicación quizás más conocida de este tipo: las mediciones de carbono-14. Por todos es sabido que se pueden datar muestras geológicas o arqueológicas gracias a esta tecnología, pero también existe una aplicación forense muy importante que se lleva a cabo también en Sevilla.

"Normalmente se puede medir en siglos, pero gracias a las pruebas nucleares podemos fechar antes o después de un determinado momento histórico. Eso nos permite, por ejemplo, detectar el fraude, distinguir entre un biofuel y petróleo o saber si una pieza de marfil fue producida antes o después de la prohibición de comerciar con ellas", afirma el experto.

Referencia internacional a precio de saldo

El Centro Nacional de Aceleradores -gestionado por un consorcio de la Universidad de Sevilla, la Junta de Andalucía y el CSIC- es una referencia internacional dentro de su campo, con numerosas visitas de investigadores de toda España y otros muchos países de todo el globo. De hecho, este mismo otoño, científicos noruegos estuvieron en la capital andaluza aprovechando las capacidades de estas instalaciones.

La sala de control del Centro Nacional de Aceleradores.

La sala de control del Centro Nacional de Aceleradores.

Un centro que, además, es extraordinariamente sostenible desde un punto de vista económico, "con un 50% del presupuesto que es externo, no por subvenciones". ¿Quién paga entonces el mantenimiento de un centro singular como éste? Principalmente el Servicio Andaluz de Salud -por la producción de radiofármacos- y la industria farmacéutica. 

De hecho, si usted desea utilizar alguno de sus aceleradores, que sepa que puede alquilarlo a un precio sorprendentemente módico: entre 400 y 500 euros por día. "Casi nos cuesta más la luz", reconoce Rafael García Tenorio.