
El primero de los seis centros de datos previstos por Start Campus en Sines.
Portugal revoluciona el sector con un campus de datos 'verde' y más potencia que toda la que hay ahora instalada en España
DISRUPTORES visita en Sines, al sur de Lisboa, el primero de los seis centros de datos de IA que conformarán un complejo con un sistema circular de agua del mar para el enfriamiento de servidores. La alianza entre Schneider Electric y Start Campus, clave.
Más información: La megaplanta italiana que garantiza centros de datos más sostenibles gracias a la refrigeración líquida
Sines es una población costera ubicada a dos horas al sur de Lisboa (Portugal). A simple vista, nadie diría que tiene más de 100.000 habitantes. Pero tampoco nadie negaría que está en pleno crecimiento. Dominan la zona una gran área portuaria, muchas obras y signos de que estamos en una ciudad seguramente más industrial que turística.
En definitiva, sería un pueblo más si no fuera porque es el epicentro de una tormenta perfecta dentro del creciente sector de los centros de datos, un epicentro que le convierte en un ejemplo de muchas cosas.
La tormenta perfecta tiene que ver con el hecho de que Sines es una de las puertas de entrada del cableado submarino para la transferencia directa de datos entre Europa y América y entre Europa y África. Primer punto a favor.
El segundo punto a tener en cuenta es que una central energética desmantelada hace 20 años había dejado en herencia, al sur de la población, un sistema de colectores de agua del Atlántico que servían para enfriar los reactores de esa central.
El último punto, quizá el más decisivo, es que Start Campus, compañía puntera en el desarrollo de centros de datos de última generación y escala de inteligencia artificial con fuerte enfoque en la sostenibilidad, reparó en la importancia de los dos primeros puntos.
Y decidió invertir. A lo grande. De momento está ya listo el primero de los seis centros de datos que van a constituir un campus sin réplica en el resto de Europa. Y decimos que es un proyecto sin réplica por la cantidad de capacidad de potencia que prevé albergar (1,2 GW, cuando actualmente la potencia de todos los centros de datos que hay en España es de 340 MW), pero también por sus altos niveles de eficiencia energética.
Esta eficiencia se va a conseguir precisamente gracias a la red de tuberías que conectaban el océano con la zona industrial donde se ubica el campus. Si el frío que necesitan las salas de servidores de los centros de datos es más sostenible si se utiliza agua en lugar de electricidad, imaginen la eficiencia energética que se puede conseguir si el agua ya no sólo se obtiene del mar, sino que, además, se devuelve una vez ha cumplido su función.

Cuadros de baja tensión Okken con interruptores automáticos MasterPact MTZ de Schneider Electric.
Todo eso es lo que está sucediendo en Sines. DISRUPTORES ha visitado esta semana las instalaciones de la mano de Schneider Electric, aliado estratégico de Start Campus y su proveedor de servicios de centros de datos, energía, software y consultoría. En concreto, ha proporcionado un conjunto completo de soluciones digitalmente optimizadas para todo el ciclo de vida del centro de datos.
La relación de Schneider Electric con la tecnología del enfriamiento líquido también se ha mencionado durante esta semana, sobre todo, a raíz de el refuerzo de su posicionamiento global con la adquisición del 75% de la compañía norteamericana Motivair, líder mundial en el sector.
"Con ellos no buscamos capacidad de producción, sino el expertise", reconoce a DISRUPTORES Jordi García, vicepresidente de Secure Power & Data Centers de Iberia en Schneider Electric. "El trabajo que ya habíamos iniciado en sistemas de liquid cooling hubiera tenido un time to market más lento", admite el directivo de la compañía.
Schneider ya cuenta en la actualidad con un extensísimo portfolio formado por sistemas de rechazo del calor, con alta eficiencia y robustez con condiciones extremas; sistemas de enfriamiento por aire; y sistemas de enfriamiento de agua. "Lo ideal es combinarlas todas", admite Andrew Bradner, vicepresidente sénior de Cooling Business en Schneider Electric.
Con todo, el sistema de enfriamiento líquido del campus de Sines a través del agua del océano es una de las joyas de la corona del proyecto.
La captación de agua por parte de una antigua estación colectora ubicada junto a la vieja central térmica ha pasado a estar conectada al nuevo campus, donde pasará por un intercambiador de temperatura, circulará posteriormente hacia las salas de servidores a una temperatura más fría, volverá al intercambiador para, finalmente, ser devuelta al mar.
El papel de Schneider Electric en todo este proceso es capital, ya que ofrece inteligencia en tiempo real y capacidades de automatización, junto con medidas avanzadas de ciberseguridad.
Todo ello está respaldado por un acuerdo de servicios personalizado que incluye monitorización remota, gestión de activos, mantenimiento 24/7 y la presencia de ingenieros de campo en las instalaciones.
El agua del mar no tendrá un proceso de desalación y volver al océano a diferente temperatura, pero sin riesgo para los hábitats.
Dos aspectos a tener en cuenta para los más curiosos. En primer lugar, el agua no va a sufrir ningún proceso de desalación y se han adaptado las tuberías con materiales que evitan la corrosión; en segundo lugar, el agua va a volver al mar a una temperatura diferente a la que tenía cuando se captó, pero Start Campus asegura que todas las investigaciones y certificaciones desarrolladas garantizan que no van a producir ninguna afección a la fauna y flora.
Una vez que esté completamente en funcionamiento, el sistema tendrá un ciclo de aproximadamente 1.000 metros cúbicos de agua de mar por minuto y contará con un sistema de sensores para la monitorización que hará posible controlar en todo momento parámetros como el ritmo de bombeo o la temperatura del agua.
Por último, evidentemente, Start Campus, según ellos mismos reconocen, deberá plantear más puntos de captación de agua cuando los seis edificios del campus estén listos.
La ecuación es sencilla, según explicaron las dos compañías durante el evento. "Para prosperar en la nueva era de la IA, los centros de datos necesitan optimizar la capacidad de energía y la eficiencia, un despliegue de alta densidad, infraestructura y mejorar la sostenibilidad; acelerar las estrategias en este sentido, podría reducir el uso de energía del centro de datos en un 17% para 2030", remarcan.

Vista aérea de la zona donde se va a completar el campus, con el primer centro de datos, ya concluido.
En el caso del campus de Sines, que aspira a ser el centro de datos con escala en IA más grande y sostenible de Europa, la previsión es que tenga un índice PUE (eficiencia de uso de energía, por sus siglas en inglés) de 1,1 por debajo de lo que es habitual en la actualidad y, lógicamente, un índice WUE (eficiencia de uso de agua) de cero.
¿Podría nuestro país albergar en algún momento un proyecto idéntico al portugués? Responde Jordi García: "Una réplica sería posible en tamaño, en cuanto a potencia. Pero el tema del agua aquí es único. Aquí se está utilizando una infraestructura que ya había y eso ahorra costes y time to market. Empezar de cero en algún punto de la costa española sería costoso en tiempo e inversión, los permisos tardarían su tiempo…. En definitiva, es replicable en potencia, pero no en el modelo de cooling".
De hecho, Cantabria, Aragón o Castilla-La Mancha tienen proyectos sobre la mesa de campus de este tipo, que disparan las previsiones de capacidad de potencia en nuestro país por encima de los 2 GW dentro de algunos años. Ninguno de ellos tendría una infraestructura para el enfriamiento líquido como la de Sines.
Aun así, desde Schneider Electric alaban el papel que está jugando nuestro país en el sector de los centros de datos. "Y aún tenemos mucho margen de crecimiento", explican tanto García como Pablo Ruiz-Escribano, vicepresidente sénior para Secure Power & Data Centers de Europa en la compañía.
"En España sería posible replicar este proyecto en cuanto a tamaño y potencia, pero no con este modelo de 'cooling'"
"Para seguir creciendo nos falta inversión en redes, es el único stopper. Hay que tener puntos de acceso y tenemos que avanzar. En esto y en estabilidad de red, con sistemas que aporten robustez a la red", refrenda García.
Pero volvamos a Portugal. Antes de una rápida visita a las instalaciones, se celebró una jornada en la que tanto Schneider Electric como Start Campus analizaron la realidad actual del sector de los centros de datos provocada por la expansión de la inteligencia artificial generativa.
Pankaj Sharma, vicepresidente ejecutivo para Data Centers, Networks & Services de Schneider Electric, y Marc Garner, presidente de Cloud & Service Provider Segment, ahondaron en un claim que repitieron hasta la saciedad: IA para la energía y energía para la IA.
En ese ciclo virtuoso, dicen, está la clave del crecimiento de los centros de datos con escala para dar servicio a esta tecnología. Hablaron de diferentes obstáculos según hacia dónde dirijamos las miradas.
"En EEUU, hay un crecimiento total de la demanda de centros de datos del 14% frente a un crecimiento de la producción de energía de un 1%; y en Europa, el vibrante mercado de centros de datos contrasta con las limitaciones de la red y la fuerte regulación, que podrían ralentizar el despliegue", Garner.
Más datos ofrecidos durante la jornada. "Se espera que la IA alcance el 36% de todas las cargas de trabajo de los centros de datos instalados hasta 2030, lo que plantea varias dificultades a los proveedores: se tienen que añadir más de 150 GW de capacidad en los próximos cinco años y el 60% de las nuevas construcciones de centros de datos deberán ser con escala para IA", añade.

Sala de intercambiadores de temperatura para el agua procedente del océano.
Otras alianzas como la archiconocida entre Schneider Electric y NVIDIA hace posible un trabajo constante para desarrollar diseños que contribuyan a ese crecimiento. "Estos diseños proporcionan a los operadores de centros de datos la orientación y las especificaciones técnicas para agilizar y acelerar el despliegue de estos clústeres Al de alta densidad", resalta Garner.
La actitud colaborativa es clave también para conseguir los objetivos en materia de convivencia con la legislación en nube e IA, para compatibilizar el aumento de la demanda de soberanía de datos, o para garantizar la accesibilidad y la resiliencia de la energía, sin olvidar tampoco, el desarrollo del talento.
En el contexto de España y Portugal, tal y como explicaron García y Ruíz-Escribano, el porcentaje de renovables en el mix energético es cada vez mayor, con un objetivo del 93% de renovables para 2030; la penetración de fibra es de las más altas de Europa (71,1%) y es notable también la disponibilidad de terrenos (y su precio). Sobre el talento, cabe decir que Portugal es, tras Alemania y Austria, el tercer país europeo con más porcentaje de alumnos que se enrolan en carreras de ingeniería.
Son mimbres más que suficientes para ser optimistas y que explican, en parte, que aquí en Sines esté desarrollándose un campus de centros de datos que cambia las reglas del juego, sobre todo, en materia de sostenibilidad.
"Las cargas de IA demandan más construcción de centros de datos. Ya estamos en edificios de 360 MW y campus, como este, que contará con más de 1 GW de capacidad", refrenda Robert Dunn, CEO de Start Campus.
Sólo hay un dato que no ha trascendido cuando está a punto de acabar la jornada y la visita. ¿Cuándo estará acabado el campus con sus flamantes seis edificios? Al optimismo y euforia generalizada de esta semana en Sines, añade un poco de cautela Fernando Borges Azevedo, el responsable de Conectividad de Start Campus: "Vayamos paso a paso".