Un instante de la mesa redonda celebrada en la Universidad Camilo José Cela.

Un instante de la mesa redonda celebrada en la Universidad Camilo José Cela. UCJC

Empresas ESPECIAL

La regulación es el gran reto de las compañías energéticas a la hora de incorporar la inteligencia artificial

Las empresas abogan por un equilibrio legislativo que limite los riesgos, pero que permita desarrollar la innovación y la competitividad. 

29 junio, 2023 02:45

La regulación, la gestión de los datos y la educación de los usuarios son algunos de los grandes retos que han destacado los expertos en relación a la integración de la inteligencia artificial en el sector energético durante una mesa redonda celebrada en la Universidad Camilo José Cela (UCJC). 

En la jornada han participado José Luis Vallejo, responsable de innovación de UFD; Jesús Oliva, responsable de Inteligencia Artificial en Cepsa; Mónica Fernández, directora de Transformación Digital de TotalEnergies; Ignacio Bullón, fundador y socio de Exanter; y Lino González, profesor de la UCJC. 

En su intervención, Fernández ha explicado que la aplicación de la inteligencia artificial viene acompañada de un gran volumen de datos, por lo que la gestión de los mismos y la garantización de su seguridad son algunos de los retos a tener en cuenta. “Hay que depurar la información para construir la IA sobre unos cimientos bien sólidos”, ha precisado. “Es lo que va a sustentar todo”. 

Tanto Vallejo como Oliva han coincidido en que otro de los desafíos a los que se enfrentan las empresas del sector energético a la hora de aplicar la inteligencia artificial tiene que ver con la integración en la cultura de la empresa y de la sociedad. En concreto, han precisado que es necesario formar y evangelizar a los trabajadores que interaccionan con ella para que entiendan que vienen a ayudar y no a sustituirlos. 

Por su parte, Bullón ha añadido que otro de los frentes a afrontar es la rápida evolución de esta tecnología, lo que obliga a las compañías a moverse de forma continua para adaptarse y ofrecer un valor añadido frente a la competencia. 

Un tema en el que todos los ponentes han estado de acuerdo es el relativo a la regulación, una de las grandes preocupaciones de los actores de esta industria, y que está a punto de consolidarse gracias al Reglamento de Inteligencia Artificial europeo (IA Act, en inglés), que se impulsará durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. 

La regulación, el gran reto pendiente

Durante su intervención, González ha explicado que la normativa alrededor de esta tecnología puede suponer un “gran riesgo” no solo a nivel de España, sino de Europa, ya que una legislación muy elevada puede cortar la capacidad de innovación de la región e impedir que compita con otras a nivel mundial. “Debemos regular, pero teniendo en cuenta que las empresas deben seguir siendo competitivas”, ha afirmado. 

Bullón y Oliva han coincidido con esta idea y han señalado que es necesario abordar los riesgos relativos a la inteligencia artificial desde la regulación, pero buscando el equilibrio con 'no cortar las alas' a las posibilidades de innovar de las firmas. 

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Mientras, Vallejo sí que ha precisado que la normativa que afecte a esta tecnología debe ser ágil, ya que, de lo contrario, se perderá competitividad. “Si no seguimos el tren, otro irá por delante”, ha resumido.  

Por su parte, Fernández ha apuntado que, en su opinión, la IA se encuentra en un momento de desarrollo inicial, por lo que no considera necesario apostar “de forma rápida” por una normativa estricta. No obstante, ha puntualizado que siempre debe tener en cuenta una “serie de criterios éticos” que no hay que sobrepasar y que, en multitud de ocasiones, vienen dados por las propias firmas que trabajan con esta herramienta. 

Aterrizar la aplicación de la IA en la energía

Los ponentes también han dado a conocer algunos casos de uso concretos que ejemplifican cómo están aplicando esta tecnología dentro de sus compañías pertenecientes a la industria energética. Todos han coincidido en que su utilización permite agilizar los procesos y genera una mayor eficiencia. 

Por un lado, Oliva ha explicado que aplican la inteligencia artificial para reducir las emisiones en consonancia con sus objetivos de 2030 y 2050, donde esta tecnología se posiciona como “un acelerador” en dicha estrategia. Además, ha apuntado que también la utilizan para aumentar la optimización de los procesos o para mejorar la experiencia de los clientes. 

En la misma línea, Fernández ha precisado que, en su caso, uno de los ejemplos de aplicación de la IA está basado en desarrollar modelos predictivos con los que pueden obtener información desde el caudal probable de un río hasta la demanda de electricidad o gas que habrá en un período determinado. Asimismo, la están utilizando en la interacción con los clientes a través de chatbots o motores de búsqueda. 

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En su turno, Vallejo ha puntualizado que llevan varios años introduciendo esta tecnología para optimizar tareas, entre ellas, su combinación con el uso de drones de alto alcance para detectar el estado de sus infraestructuras. También, están empezando a probar la vertiente generativa para predecir las futuras posibles problemáticas a las que se podrían enfrentar. 

Los drones también son parte esencial de la aplicación de la IA que ha relatado Bullón, que ha explicado que unen ambas tecnologías para realizar las inspecciones de las plantas fotovoltaicas y medir la eficiencia que generan. 

En este sentido, González ha precisado que, a pesar de que la inteligencia artificial se posiciona como una herramienta útil en sí misma, con aplicaciones que ayudan a reducir costes y emisiones, lo cierto es que su interrelación con otras herramientas como el Big Data, dan como resultado un producto o servicio “mucho más eficiente” en línea con las demandas de la sociedad.