De izquierda a derecha: Carolina Gago, COO de IOT; Marta del Castillo, directora general del Parque Científico de Madrid, y José Alonso, profesor de la UCM cofundador de la empresa.
Cómo emanciparse de un parque científico para volar en solitario y revolucionar el sector óptico: el caso de éxito de IOT
La spin-off del Parque Científico de Madrid sale de la incubadora madrileña para crecer en unas instalaciones ampliadas en la capital.
IOT, presente en 70 países con unas ventas de más de 35 millones de lentes al año, ultima un pionero sistema de fabricación que marcará un hito en el sector.
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La transferencia de conocimiento desde el ámbito académico e investigador a la sociedad es una de las grandes asignaturas pendientes del ecosistema innovador español. Existe un vasto conocimiento científico-técnico que, sin embargo, todavía sufre para trasladar todos los avances logrados puertas adentro del laboratorio, la universidad o el parque científico al mercado en forma de empresas rentables que impacten y mejoren la vida de la gente.
Sin embargo, existen casos de éxito que merecen ser amplificados para crear los referentes que lleven a otros muchos investigadores a dar el paso de apostar por el emprendimiento. IOT, la spin-off del Parque Científico de Madrid (PCM), es uno de ellos.
La compañía fue fundada en 2005 en el seno de la Universidad Complutense de Madrid y está especializada en el diseño y desarrollo de lentes oftálmicas. Su actividad ha estado centrada desde el inicio en la investigación, el desarrollo tecnológico y la consultoría para ofrecer a sus socios soluciones ópticas de vanguardia que mejoran la visión y la calidad de vida de millones de personas.
Colabora con más de 400 socios en 70 países que fabrican anualmente más de 35 millones de lentes con su tecnología y cuenta con sedes en Madrid, California y Minneapolis (EEUU).
De alguna manera, y tras una larga trayectoria, la spin-off ha hecho las maletas para emprender una nueva etapa fuera de las instalaciones que la vieron crecer, un momento crítico en la maduración y consolidación de una empresa como IOT.
No es la primera vez que lo hace. En el pasado, y con su primigenia línea de negocio, IOT ya salió del parque para, años después, regresar para afrontar el reto de emprender de nuevo en el seno de la compañía y hacer realidad un desafío que finalmente va a revolucionar la forma en que se fabrican las lentes de las gafas que todos usamos a diario.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL conversa sobre esta intrahistoria apasionante en el mundo de la transferencia de conocimiento con Carolina Gago, COO de IOT.
Volver a emprender en el seno de la empresa
La compañía fue impulsada por tres socios, "tres físicos de profesión y dos de ellos", profesores en la Complutense. Se trataba de una empresa de innovación dedicada al software para el cálculo de lentes oftálmicas. Esa propuesta pronto fructificó en una prolífica línea de negocio que se consolidó y que ha sido durante estos años su principal fuente de ingresos.
Pero IOT quería ir un paso más allá. "Daniel Crespo, probablemente el más disruptor de los tres socios fundadores, decide emprender de nuevo dentro de la propia empresa". De alguna forma, quería adelantarse a un posible estancamiento en un futuro de la línea de negocio ya en marcha y, con una actitud visionaria y muy proactiva, ponerse a trabajar desde el presente para estar preparados.
"Así que cuando aún estábamos en pendiente con aquella primera línea de negocio, Crespo decide emprender otra vez con un proyecto muy disruptivo que revolucionará la forma en que se fabrican las lentes", indica la COO de IOT.
Fue un momento crítico para la spin-off. "Teníamos un negocio que estaba en auge, que aún no había llegado a su máximo y se nos planteaba el reto de cómo hacer innovación y disrupción de verdad en la empresa y que no se viera afectada por el día a día: problemas de los clientes, miles de llamadas, el soporte técnico, viajes, etc...", reflexiona Carolina Gago.
"Cuando aún estábamos en pendiente con aquella primera línea de negocio, Daniel Crespo decide emprender otra vez con un proyecto muy disruptivo que revolucionará la forma en que se fabrican las lentes"
En este punto fue cuando IOT regresó al seno del Parque Científico de Madrid con este nuevo proyecto. "Nos ayudaron muchísimo cuando IOT no era nada. Necesitábamos un espacio con un acondicionamiento técnico correcto que en un edificio de oficinas no puedes tener y, además, lo más importante es que construimos un equipo nuevo para dedicarse a este nuevo proyecto desvinculado del negocio del día a día".
"El Parque Científico de Madrid siempre nos ha tratado fenomenal, es un sitio fantástico para emprender, porque aunque era IOT, era un proyecto nuevo que ha crecido allí durante casi diez años hasta que hemos conseguido que la tecnología esté madura para poderse convertir en un mínimo producto viable", prosigue la responsable.
La compañía ha logrado aplicar esta nueva tecnología disruptiva para fabricar lentes como no se había hecho hasta la fecha -en los próximos meses se dará a conocer los detalles del proyecto, apuntan desde IOT- y ahora ha llegado la hora de volar en solitario en un edificio nuevo fuera del parque científico.
Su nueva casa está ubicada en el edificio Alvento, donde cuenta con una nueva planta de 1000 m2 que le permitirá ampliar sus capacidades de I+D y el espacio destinado a equipos de desarrollo tecnológico y áreas de colaboración con clientes internacionales.
El futuro más inmediato de la compañía es poner en marcha el primer laboratorio de fabricación de lentes bajo su disruptiva propuesta para poder comercializar ese mínimo producto viable con un socio de Madrid, en concreto, una conocida cadena de ópticas.
El anuncio oficial de su pionera tecnología se conocerá a principios de año -desde IOT no se ha querido avanzar más detalles-, pero sí podemos certificar ya que va a revolucionar la forma en que se fabrican las lentes 'a la velocidad de la luz'.