El naranjo es uno de los cultivos 'estrella' en España.
Los top semanales del Índice de la Digitalización: de robots que cosechan a apps que cuidan de cultivos
El Consenso de Tendencias analiza informes internacionales sobre el punto de inflexión geoestratégico que afrontan Europa y España hasta 2030.
Más información: Wake Up Box: la nueva herramienta para el ‘reskilling’ permanente de los líderes empresariales
Las hojas de un naranjo pueden revelar mucho sobre su estado de salud si se las escucha, y ahora una aplicación móvil ayuda a los agricultores en esta tarea clave. Con tan solo una imagen, esta nueva herramienta desarrollada por la Universitat Politècnica de València (UPV) es capaz de detectar si estos cítricos están enfermos y qué tipo de plaga o patología padecen, todo ello con una precisión que roza el 100%. Un hito que se alcanza, cómo no, al combinar inteligencia artificial (IA) y aprendizaje profundo, y que permite anticiparse a los problemas de estos cultivos y proteger sus cosechas.
Esta es solo una de las innovaciones que reúne esta semana Wake Up BOX, la herramienta de reskilling que aloja el índice de digitalización Inndux 500 y publica los análisis más completos de decenas de informes internacionales, agrupados en el Consenso de Tendencias. En el top 10 de esta semana, y además de la detección de enfermedades en naranjos mediante apps, es posible encontrar también robots equipados con drones que recolectan manzanas, una prueba genética que se anticipa a los síntomas del Párkinson, o la llegada del primer robot humanoide específicamente diseñado para realizar las tareas del hogar.
Por su parte, y como refleja el último informe sobre claves geopolíticas disponible en Wake Up BOX, tanto Europa como España encaran en los próximos años un momento de inflexión geoestratégica en el que la tecnología ya no actúa como un soporte, sino que se erige como un factor clave de poder, autonomía e incluso de resiliencia. De este modo, a partir del análisis de distintas publicaciones de grandes actores internacionales, el documento identifica cuatro tendencias críticas a nivel geoestratégico para el periodo comprendido entre 2026 y 2030. Entre ellas figuran, por ejemplo, la reconfiguración del sector europeo de los semiconductores o la tecnología del posicionamiento, navegación y tiempo (PNT).
La herramienta, desarrollada en el seno de la UPV, se basa en un modelo de inteligencia artificial entrenado con más de cinco mil imágenes de hojas y frutos, lo que le permite reconocer ocho enfermedades y plagas distintas, como la melanosis o el chancro. A diferencia de otros sistemas, funciona sin conexión a internet y puede utilizarse directamente desde el móvil, lo que la hace especialmente útil en el campo. Los investigadores de la Universitat Politècnica de València destacan que su objetivo es ofrecer una tecnología accesible que ayude a mejorar el rendimiento y la sostenibilidad de los cultivos de cítricos.
Y sin dejar de lado las cosechas, en Lleida se ha dado un nuevo paso hacia la automatización del campo. La compañía Moreno Intec del Pla y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) han presentado recientemente un robot capaz de recolectar manzanas mediante ocho drones coordinados. Cada unidad identifica el fruto por color y tamaño, lo extrae con una ventosa y lo deposita en una plataforma, lo que reduce así el elevado coste de la cosecha, que puede representar hasta el 40% del total. Aunque requiere supervisión humana, esta tecnología muestra cómo la robótica transforma la eficiencia y la sostenibilidad de la producción frutícola.
Detectar el Párkinson antes de los síntomas
A su vez, un simple análisis de sangre podría convertirse en una herramienta clave para detectar el Párkinson antes de que aparezcan los temblores y otros síntomas visibles. Así lo demuestra un estudio del Instituto de Neurociencias —centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández— que ha identificado alteraciones genéticas asociadas a la enfermedad en fases muy tempranas. El método, aún experimental, permitiría un diagnóstico más rápido y menos invasivo, mejorando el seguimiento y la calidad de vida de millones de personas afectadas en todo el mundo.
Por su parte, la empresa noruega 1X ha presentado recientemente NEO, el primer robot humanoide específicamente desarrollado para ayudar en tareas domésticas y cotidianas como doblar ropa, organizar estanterías o preparar listas de la compra. Equipado con inteligencia artificial conversacional, visión contextual y memoria, NEO aprende de sus dueños y mejora con el paso del tiempo. De esta manera puede perfeccionar el que es su cometido principal: liberar tiempo y espacio mental a las personas. Las primeras unidades llegarán a los hogares de Estados Unidos en 2026 y se prevé que su expansión internacional empiece en 2027.
Momento clave para la geoestrategia
Europa y España atraviesan un punto de inflexión en el que la tecnología se ha convertido en un factor de poder y autonomía. Como se explica en el último informe sobre claves geopolíticas publicado en Wake Up BOX, cuatro son las tendencias que marcarán el periodo 2026-2030 en este sentido: el impulso europeo a los semiconductores, la transición hacia la criptografía cuántica, la regulación del espacio aéreo para drones y la seguridad en navegación y comunicaciones espaciales. Todas determinarán la capacidad del continente para fortalecer su soberanía tecnológica y reducir su dependencia de otros actores.
En primer lugar, el European Chips Act busca consolidar una industria de microelectrónica propia, clave para sectores como la automoción, la defensa y la energía. España, gracias al PERTE Chip, podría ganar protagonismo como nodo en la cadena europea de valor. Al mismo tiempo, la era cuántica exige una rápida adaptación de infraestructuras digitales mediante nuevas técnicas de cifrado y redes de comunicaciones seguras, esenciales para mantener la confianza y la protección de los datos.
La gestión del espacio aéreo de baja altitud, donde operan los drones, y la seguridad de los sistemas de posicionamiento y navegación completan el mapa estratégico. La Unión Europea impulsa en este sentido marcos comunes para integrar y proteger estos entornos, mientras España refuerza su papel en la observación terrestre y el control del tráfico espacial. En conjunto, estas tendencias delinean la nueva soberanía tecnológica europea, donde gobernar la innovación será tan importante como desarrollarla.