La empresa DEEP tiene como misión permitir a los seres humanos trabajar y vivir bajo el agua.
Los top semanales del Índice de la Digitalización: innovaciones que nos acercan al sueño de vivir bajo los océanos
El Consenso de Tendencias analiza informes internacionales que describen un complejo escenario internacional que obliga a España a redefinir sus prioridades estratégicas.
Más información: Wake Up Box: la nueva herramienta para el 'reskilling' permanente de los líderes empresariales.
Tinta, papel, celuloide y mucha imaginación. Hasta ahora estos eran los únicos materiales que podían ser utilizados para diseñar una vida bajo los océanos, pero la innovación está cada vez más cerca de convertir ese viejo anhelo de la humanidad en una realidad incontestable. De hecho, desde Reino Unido se avanza ya en el desarrollo de un proyecto que pretende crear el primer hábitat submarino diseñado para albergar personas, lo que permitiría a los seres humanos vivir y trabajar en las profundidades marinas.
Esta es solo una de las muchas innovaciones que reúne esta semana Wake Up BOX, la herramienta de reskilling que aloja el índice de digitalización Inndux 500 y publica los análisis más completos de decenas informes internacionales, agrupados en el Consenso de Tendencias. En el top 10 de esta semana, y más allá de los progresos para hacer realidad la vida humana bajo el mar, se hallan también una esponja que elimina el 99,9% de los microplásticos del agua, una inteligencia artificial que evita los accidentes al volante provocados por el alcohol, o un dispositivo que genera electricidad a partir de luz solar y sin usar baterías.
Todo ello mientras el mundo se enfrenta a una encrucijada marcada por tensiones geopolíticas, avances tecnológicos, retos climáticos y amenazas híbridas. Un contexto que obliga a España, como actor intermedio con creciente peso regional, a redefinir sus prioridades estratégicas y su papel dentro del marco europeo. Así lo expone el último informe sobre geoestrategia publicado en Wake Up BOX, en el que se identifican cuatro tendencias clave que marcarán la proyección de nuestro país en el nuevo orden global.
Un hábitat submarino para seres humanos
La empresa se llama DEEP, es de origen británico y su misión es la de permitir a los seres humanos trabajar y vivir bajo el agua. Un objetivo ambicioso que pretende acometer con Vanguard, su primer proyecto piloto de hábitat submarino. Pero, ¿en qué consiste exactamente? En realidad, se trata un módulo diseñado para una tripulación tres personas que se desplegará este año para probar, en condiciones reales, una tecnología que podría ser clave para la exploración oceánica. Este módulo creado para albergar humanos utiliza materiales ligeros y resistentes a la presión y la corrosión, y es tan solo el precursor de Sentinel, un sistema mucho más grande cuyo lanzamiento está previsto para 2027.
Y todavía desde las profundidades de los océanos y los mares, un equipo de la Universidad de Wuhan ha desarrollado una esponja biodegradable elaborada con huesos de calamar y algodón que elimina hasta el 99,9% de los microplásticos del agua, según un reciente estudio publicado en la revista Science Advances. Así pues, este objeto es capaz de absorber estos desechos no solo interceptándolos físicamente, sino también a través de la atracción electromagnética. Un avance notorio dado que, además, reduce los costes de otros métodos antes estudiados y su fabricación es más sencilla, lo que facilita su escalabilidad.
De luz solar a electricidad… a partir de setas
En España, investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un fotocondensador de alta eficiencia que alimenta dispositivos de inteligencia artificial (IA) e Internet de las Cosas (IoT) a partir de luz solar… y residuos de setas. Este instrumento, pionero en su clase y que no necesita de baterías, cuenta con una membrana ecosostenible elaborada con biopolímeros obtenidos de deshechos de estos hongos. Su tecnología representa un avance significativo hacia los dispositivos inteligentes más respetuosos con el medioambiente, ya que se reemplazan los tradicionales polímeros de plástico por otros biodegradables.
Por su parte, y con el ánimo de reducir los accidentes de tráfico causados por el alcohol, un grupo de estudiantes de Secundaria de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha creado un dispositivo con IA para evitar que las personas ebrias se pongan al volante. Esta iniciativa, denominada SoberRide, usa una combinación de cámaras, sensores y algoritmos de aprendizaje automático que detecta signos de deterioro por el alcohol en el conductor, como dilatación de pupilas, ojos inyectados en sangre y presencia de etanol en bebidas alcohólicas, antes de permitir que el vehículo se ponga en marcha.
Cambios en el ecosistema geoestratégico
A escala global, Europa atraviesa este año una transformación profunda en el plano geoestratégico, impulsada por la confluencia de tensiones geopolíticas, avances tecnológicos, amenazas híbridas y retos climáticos. En este contexto, España debe redefinir su posicionamiento internacional, y el informe de esta semana, elaborado por el profesor Paco Bree, se detiene sobre cuatro tendencias clave que marcarán su proyección en este nuevo orden.
La primera de ellas es el acceso seguro a los minerales críticos, asunto que se pretende reforzar con una nueva ley de la Unión Europea (UE), la Critical Raw Materials Act, centrada en reducir la dependencia de proveedores externos, como China, y de apuntalar su soberanía industrial.
En este sentido, España toma posiciones como hub europeo para el suministro y procesamiento de recursos esenciales como el litio o las tierras raras, con proyectos muy relevantes en regiones como Extremadura o Andalucía. Además, está llegando a importantes acuerdos bilaterales con Chile, Argentina y Marruecos. Al mismo tiempo, la segunda tendencia hace mención al rol de España como puente entre África, Europa y Oriente Medio. En materia energética, por ejemplo, proyectos como el H2Med, el primer corredor europeo de hidrógeno verde, sitúan a nuestro país como plataforma exportadora clave de energía limpia.
La tercera clave, en cambio, se refiere a la autonomía industrial y militar en la UE. En este sentido, España también gana peso por su implicación en programas de defensa cooperativa, tecnologías duales e inteligencia artificial aplicada, aunque este rol requerirá mayor inversión industrial, alianzas público-privadas y una estrategia de transferencia tecnológica. Por último, la exposición de España a los efectos del cambio climático refuerza su capacidad para liderar agendas sobre seguridad hídrica, agricultura sostenible y cooperación climática. Convertir esta vulnerabilidad climática en una ventaja diplomática, no obstante, requiere articular alianzas o posicionarse como una referencia en Europa.