Representación de un cerebro sintético.

Representación de un cerebro sintético.

Grandes actores

Los top semanales del Índice de la Digitalización: perros robot que aprenden del entorno y cerebros sintéticos

El Consenso de Tendencias analiza informes globales sobre la agenda del talento en 2025: triunfa el 'leadership as a service' y los planes de teletrabajo.

Más información: Wake Up Box: la nueva herramienta para el 'reskilling' permanente de los líderes empresariales

Marta Rojo
Publicada

Cuando empieza a moverse, Luna da un poco de miedo. Si cuando los niños pequeños intentan caminar primero no pueden levantarse, luego se caen y después, por fin, se alzan erguidos, a Luna le pasa lo mismo. Pero el efecto es diferente, porque no es un adorable bebé humano, sino un perro robótico cuyo proceso de aprendizaje es único en el mundo: no usa, para aprender a andar, inteligencia artificial, sino un sistema parecido a la médula espinal biológica, una infraestructura de aprendizaje autónomo. Aprende del entorno. Como los animales y los humanos.

Es una de las innovaciones que recoge esta semana Wake Up BOX, la herramienta de reskilling que aloja el índice de digitalización Inndux 500 y la visión semanal de los últimos informes internacionales agrupados en el Consenso de Tendencias. En el top 10 de la semana, muchas de las disrupciones reflejan el primer paso de un nuevo panorama: el de la inteligencia sintética o análoga a la humana que va más allá de la IA.

Todo ello mientras, en las organizaciones, cambia el cómo, el quién y el dónde. Quién lidera, cómo se aprende con la IA, dónde se trabaja, son algunas de las preguntas a las que intenta responder el informe de Talento digital de Wake Up BOX. Menos roles fijos entre los directivos, con plantillas más flexibles, un modelo de formación individualizado y dinámico con la IA generativa y planes para ordenar el teletrabajo son algunas de las novedades.

Luna, el perro robot que aprende solo, es un desarrollo de la empresa sueca IntuiCell, que ha presentado el primer "sistema nervioso digital" funcional del mundo, con capacidad de aprendizaje autónomo. Es decir, que no funciona como la inteligencia artificial tradicional, que depende de grandes conjuntos de datos y algoritmos de retropropagación, sino que permite que las máquinas aprendan a través de la interacción directa con el entorno. La mascota robot Luna, por tanto, tiene un sistema parecido a la médula espinal biológica, una infraestructura de aprendizaje autónomo y dedicada a replicar las funciones de las áreas cerebrales responsables del procesamiento sensorial y el modelado del mundo. Todo ello complementado con un algoritmo de aprendizaje descentralizado que permite que se complete esa adquisición de conocimientos del entorno en tiempo real.

Pero no es la única disrupción en materia de robótica de esta semana en el top 10 de las disrupciones del índice Inndux500. La startup Xaba ha desarrollado xCognition, una inteligencia artificial que actúa como un "cerebro sintético" para los robots. No es que funcione como los cerebros humanos, pero esta IA cognitiva permite que los robots se autoprogramen, es decir, que prescindan de instrucciones paso a paso. En lugar de eso, les basta con un objetivo general —por ejemplo, "ensambla esta pieza" u "optimiza esta línea de producción"— a partir del cual la IA genera el código necesario para que lo hagan por sí mismos. Según la empresa, xCognition puede reducir hasta en un 80% el tiempo de implementación de los robots en la operativa industrial, minimizar errores y generar hasta diez veces menos costes.

Robots como 'roombas' que limpian playas

Todo apunta, pues, a que la próxima generación de inteligencia será sintética y replicará los procesos biológicos. Pero mientras tanto, los robots con IA siguen extendiéndose por nuestra industria, nuestras empresas y ahora también por nuestras playas. Como la del Sardinero, en Santander, que este verano va a recibir refuerzos robóticos para las tareas de limpieza en forma de los robots Umibeach de la empresa Umibots. Son una especie de 'roomba playeros', están dotados de IA y pueden trabajar ininterrumpidamente durante las 24 horas del día recogiendo residuos como plásticos o colillas. Equipados con navegación por satélite y cámaras de visión artificial, los robots son capaces de detectar obstáculos y personas, tanto de día como de noche.

En paralelo, continúa la disrupción en otros campos, como la medicina. Alejado de la robótica y los algoritmos, el MIT ha desarrollado una técnica de imagen que permite ‘ver' en el interior de los cuerpos. Es un sistema que mejora significativamente la resolución y profundidad de penetración en estudios de células vivas, porque utiliza un láser especializado que ilumina los tejidos. De esta forma, ciertas moléculas emiten luz de diferentes colores, lo que permite observar contenidos moleculares y estructuras celulares sin ser invasivo. Promete aplicarse donde más tecnología se necesita: en investigación del cáncer, ingeniería de tejidos y descubrimiento de fármacos.

'Leadership as a service'

La disrupción cambia la realidad del empleo y de las organizaciones, entre otras cosas, aumentando la presión hacia los perfiles más formados, como introduce el Consenso de Tendencias, descargable en Wake Up BOX. Por eso, muchas pymes y scaleups europeas están adoptando un nuevo modelo de liderazgo: el Leadership as a service (LaaS), un sistema que se basa en contratar ejecutivos de alto nivel de forma flexible y puntual, ya sea por horas o por proyectos. Esta fórmula responde a la necesidad de reducir costes fijos, ganar agilidad estratégica y acceder rápidamente a talento especializado en momentos críticos como la expansión internacional o la transformación digital. Plataformas como OpenExe o Chiefy.io, junto a firmas españolas como Headlight, están liderando esta tendencia que, según datos recientes, casi la mitad de medianas empresas europeas planea implementar en los próximos años.

Por otra parte, en la era de la IA, el aprendizaje corporativo en Europa está viviendo una revolución. Las empresas abandonan los modelos tradicionales para adoptar plataformas inteligentes que diseñan rutas de aprendizaje personalizadas para cada empleado, gracias a tecnologías que generan contenidos en tiempo real y ofrecen recomendaciones predictivas. Firmas como Degreed, Learnlight o Cornerstone Xplor integran tutorías virtuales y evaluaciones personalizadas y, en España, grandes compañías como Telefónica Tech y Repsol aplican estas soluciones en áreas críticas como ciberseguridad y analítica de datos.

Una tercera tendencia es la transformación silenciosa pero profunda en la geografía del talento: profesionales que optan por trasladarse a ciudades intermedias y zonas rurales, rompiendo la tradicional concentración en grandes urbes. En España, políticas públicas como España Nación Digital y Pueblos con Futuro fomentan esta tendencia con incentivos fiscales, hubs de innovación y mejoras en conectividad, lo que ha impulsado un crecimiento del 26 % en trabajadores digitales fuera de las capitales provinciales entre 2021 y 2024. A nivel europeo, iniciativas como Smart Villages promueven la atracción de nómadas digitales y espacios de coworking rurales en países como Francia, Portugal y Estonia, y ciudades españolas como Ponferrada, Soria y Teruel están impulsando proyectos para consolidarse como polos tecnológicos y de talento.

En este entorno laboral descentralizado y diverso, surgen nuevas dinámicas como la gamificación, entendida como una forma de fortalecer la cultura organizativa. Más allá del ocio y lo lúdico, se busca generar experiencias que incentiven la participación activa y el reconocimiento. Por eso, plataformas como Bunch.ai, Kahoot! at Work o YuMuuv están siendo adoptadas por empresas europeas para integrar retos diarios, badges virtuales y rankings colaborativos en sus evaluaciones de rendimiento. En España, un par de ejemplos: BBVA ha logrado aumentar un 22% la participación voluntaria en su programa de liderazgo joven gracias a micro-retos gamificados, e ING ha reducido un 27% los tiempos de resolución en proyectos interdepartamentales usando tableros de rendimiento lúdicos. Según PwC, las compañías que aplican gamificación reportan un incremento del 34% en el compromiso y un 16% en la retención de talento joven.

Observar el entorno y aprender de sus dinámicas. Es el espíritu detrás del desarrollo de Luna, el perro robot que aprende del mundo experimentando con él, pero también de los nuevos modelos de talento, que parten de un estudio de la realidad de las organizaciones sin el cual sería imposible que funcionaran. Partir de lo que hay y replicar -para mejorarlos- los procesos naturales es la base de la innovación que funciona. En tecnología, pero también en las empresas.