El emprendedor Pablo Melchor.
Emprendedores que salvan vidas: la historia de éxito de Pablo Melchor y Ayuda Efectiva para un nuevo altruismo
Tras dos décadas como emprendedor, Pablo Melchor descubrió el altruismo eficaz y, siguiendo el modelo anglosajón, dio vida a Ayuda Efectiva, una fundación de referencia en España con más de 3.000 donantes.
"Ayuda Efectiva fue fundada con el objetivo de destinar el dinero allí donde se salvan más vidas y se beneficia a más personas, basándonos en la evidencia y la razón", afirma Melchor.
Más información: Alfredo Cebrián, sobre su faceta de emprendedor-inversor: "Muchos compartimos cierta adicción a meternos en líos"
El emprendimiento español goza de una madurez que no sólo está posicionando la economía de nuestro país en un nuevo estadio de generación de riqueza sino que, al mismo tiempo, fomenta la eclosión de iniciativas que van mucho más de la rentabilidad económica y que ponen su granito de arena en aras de un mundo más igualitario y justo.
Pablo Melchor es una de esas mentes inquietas que, tras dos décadas impulsando startups con un exhaustivo conocimiento del ecosistema, se enfrentó a la pregunta clave que, según asevera en la conversación mantenida con DISRUPTORES-EL ESPAÑOL, "llega antes o después a todo emprendedor".
"¿Para qué hago esto?". No se trata de una cuestión baladí. En la búsqueda de una respuesta, Pablo Melchor inició un apasionante viaje que fructificó en 2020 -un año propicio para las revisiones vitales y profesionales en el contexto de la covid- en una iniciativa que, siguiendo los postulados del altruismo eficaz, ayuda en la actualidad a salvar vidas, siguiendo la evidencia y la razón, con más de 3.000 donantes en España y 3,5 millones de euros recaudados.
Se trata de Ayuda Efectiva, la culminación de una revisión personal y profesional de Pablo Melchor que está ya ha salvado cientos de vidas y ayudado a más de un millón de personas financiando los programas humanitarios con la mejor relación coste-efectividad.
Mantener una conversación con este emprendedor permite cerciorarse desde el primer minuto de que Melchor no es de las personas dadas a instalarse en su zona de confort. Más bien, todo lo contrario. Como bien decía el CEO de Cuatroochenta, Alfredo Cebrián, en una reciente entrevista en DISRUPTORES-EL ESPAÑOL, "Muchos compartimos cierta adicción a meternos en líos".
Y entiéndalo, no se trata de tirarse a la piscina sin agua, sino de ir siempre un paso más allá y devolver a la sociedad parte de lo que se ha ido aprendiendo por el camino. En el caso de los emprendedores, la mochila de experiencias puede ser muy diversa y enriquecedora.
"El emprendedor siempre tiene una apreciación indebida del riesgo. Suelen creer que tienen unas probabilidades de éxito muy superiores a las reales. Psicológicamente es duro, porque es muy exigente y porque están condenados a la decepción, aunque también es cierto que reporta grandes satisfacciones: crear algo donde antes no había nada es increíble".
De hecho, puede crear "adicción". "La idea del éxito motiva al emprendedor a levantarse una y otra vez, creo que hay hasta cierta adicción al éxito". Salir de la espiral de "ronda, crecimiento, ronda" no es sencillo, aunque antes o después la mítica pregunta -ese catártico ¿para qué?- toca a la puerta.
La pregunta se fue colando en su cabeza y copando poco a poco sus pensamientos hasta que tomó una decisión que cambiaría su vida. "No puedes encontrar una respuesta pensando sólo en tus ratos libres, y como emprendedor tienes muy pocos. Si quería averiguar qué quería aportar al mundo, tenía que parar".
"Encontré a personas increíblemente competentes que, en lugar de estar pensando en el próximo pelotazo, se centraban en hallar las formas más efectivas de ayudar a los demás guiándose por la evidencia y por la razón"
Dicho y hecho. Tras muchas horas de conversación con personas e instituciones de todos los ámbitos y largos periodos de tiempo sumergido en todo tipo de lecturas que le aportaran elementos para perfilar su viaje, Pablo Melchor acabó descubriendo el altruismo eficaz.
"Encontré a personas increíblemente competentes que, en lugar de estar pensando en el próximo pelotazo, estaban centradas en hallar las formas más efectivas de ayudar a los demás guiándose por la evidencia y por la razón".
Ese nuevo enfoque, alejado de las emociones y los primeros arrebatos pasionales, encajó a la perfección con el modo de proceder de Pablo Melchor, acostumbrado como buen emprendedor a pulir el mantra de 'hacer más con menos' que sigue la estela del modelo anglosajón de emprendimiento.
Su red de contactos tejida sobre la base de la confianza durante su larga trayectoria en el mundo del emprendimiento con referentes como François Derbaix, José Martín Cabiedes o Fernando Trueba, entre otros, fue el pilar que le faltaba para poner a funcionar finalmente en junio de 2020 la fundación Ayuda Efectiva.
600 vidas salvadas en cinco años
"Me dieron un sí casi inmediato, lo que fue una señal y me constató que había gente que creía en este proyecto y que estaba dispuesto a poner dinero a fondo perdido para que la idea se convirtiera en una realidad", reconoce con una mezcla todavía de sorpresa y admiración.
En estos cinco años, Ayuda Efectiva ha ayudado a más de un millón de personas y "hemos salvado 600 vidas", lo que equivale "a seis cursos enteros de Educación Infantil". Elegir, por lo tanto, dónde y en qué medida destinar el dinero, es la clave para lograr esa ansiada efectividad.
Ayuda Efectiva ha ayudado a más de un millón de personas y "hemos salvado 600 vidas", lo que equivale "a seis cursos enteros de Educación Infantil"
Para lograrlo, Ayuda Efectiva se basa en entidades independientes, financiadas por filántropos, que analizan sobre el terreno de forma totalmente independiente, donde ayudar y cuáles son las organizaciones capaces de materializar aquellos programas que permitan cumplir mejor el binomio coste-efectividad.
"Sólo financiamos programas que están analizados y auditados de forma continua por estos evaluadores independientes. Para mí es la tranquilidad absoluta de que alguien con una capacidad muy superior a la nuestra está revisando que este dinero se utiliza para lo que realmente funciona".
Desde cinco euros cualquier persona puede colaborar con Ayuda Efectiva. "No tenemos cuotas de socios porque son una ilusión de marketing. Los proyectos que financiamos ascienden a cientos de millones de dólares. Tenemos donantes que donan una vez cinco euros, estudiantes que donan cinco euros al mes y otras personas que donan 150.000 euros todos los años porque piensan que es una de las mejores cosas que pueden hacer con su dinero". Todos son, bajo la lupa de Pablo Melchor, "pequeños y grandes filántropos".
Quizá la respuesta a la icónica pregunta del '¿para qué?' que se formuló Pablo Melchor en su día no esté aún completa, pero nadie duda que el emprendedor ha iniciado de la mano de Ayuda Efectiva el trayecto indicado para descubrirla en toda su plenitud antes de lo que hubiera imaginado.