Marina Rigau, CEO y fundadora de MiMARK.

Marina Rigau, CEO y fundadora de MiMARK. MiMARK

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Marina Rigau (CEO de MiMARK): "Necesitamos dejar de ver el mercado de salud de la mujer como un nicho"

Rigau pide una regulación "más dura" que vigile la inclusión de las mujeres en los estudios y a no extrapolar los resultados obtenidos en hombres.

Más información: Innovación y emprendimiento ante la brecha de género en salud: "No hablamos de un nicho, sino del 50 % de la población"

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Marina Rigau, Eva Colás y Antonio Gil constituyeron MiMARK en enero de 2021. Después de más de siete años desarrollando pruebas de concepto en un entorno académico y tras conseguir un respaldo europeo a través de una ayuda del EIT de 1,5 millones de euros, los fundadores dieron vida a esta spinoff del instituto de investigación del Vall d’Hebron centrada en la salud de la mujer. 

En concreto, la firma está centrada en desarrollar soluciones que permitan detectar determinadas enfermedades que afectan a las mujeres de la forma menos invasiva posible, mediante el uso de fluidos ginecológicos, como el fluido uterino o el fluido cervical. 

De la primera época de constitución de la compañía, Rigau, que también es la CEO de la misma, recuerda en una entrevista con DISRUPTORES que se llevaron "un aprendizaje muy importante", ya que ninguno de ellos tenía experiencia en este proceso. "Constituir una spinoff desde un entorno académico tiene su tiempo", explica. "En nuestro caso, crear la empresa y transferir las patentes desarrolladas a la empresa y todo el proceso de negociación que esto supone nos tomó seis meses". 

La fundadora de MiMARK señala que este proceso tiene tiempos "largos" que muchas veces "desesperan". "Este es un proceso por el que pasan todos los proyectos académicos que deciden emprender y, aunque hemos avanzado mucho, aún queda mucho por aprender de los modelos de transferencia de otros países", apunta. 

Rigau cuenta que en su primer año de actividad tuvieron un colchón importante gracias a la ayuda del EIT, lo que les ayudó a lanzarse a una piscina, "que en ese caso estaba llena". "Las dificultades las encontramos cuando iniciamos la búsqueda de capital privado", afirma. "De promedio levantar una ronda seed en nuestro entorno cuesta unos nueve meses, a nosotras nos costó más de 15 meses cerrar la ronda".  

La CEO explica, aunque cada vez existe un mayor reconocimiento en el ámbito de salud de la mujer por parte de ellas, pero también de ellos, lo cierto es que la mayoría de fondos privados aún siguen estando liderados por hombres, lo que constituye uno de los muros con los que se dieron a la hora de buscar respaldo económico. "Sin duda, cuando encuentras a una mujer inversora empatiza mucho más con nuestro proyecto, pues se acerca de una forma distinta que un hombre al problema", precisa. "Necesitamos más representación femenina no solo en los venture capital, sino en los comités de inversión de los mismos". 

Grandes planes a corto plazo

Fruto del trabajo realizado por Rigau y su equipo, nació el primer producto desarrollado en el marco de MiMARK: WomEC, un test para cáncer de endometrio in vitro (IVD) que se basa en la detección de proteínas presentes en el fluido uterino a través de un inmunoensayo y que presenta una alta sensibilidad (97%) para descartar pacientes sanas de forma efectiva. 

Esta solución surge de la necesidad de mejorar el proceso diagnóstico de cáncer de endometrio, pues este se basa en la observación de células cancerosas en una muestra de biopsia. A través de biomarcadores presentes en el fluido uterino queremos facilitar el diagnóstico, haciéndolo más objetivo, más rápido, y eliminando pruebas invasivas cuando no son necesarias.

Según cuenta la propia Rigau, WomEC surge de la necesidad de mejorar el proceso diagnóstico de cáncer de endometrio, una patología de la que diagnostican alrededor de 420.000 nuevos casos al año y cuya incidencia se está incrementando, proyectándose hasta en un 42% mayor en 2040. "A través de biomarcadores presentes en el fluido uterino queremos facilitar el diagnóstico, haciéndolo más objetivo, más rápido, y eliminando pruebas invasivas cuando no son necesarias", señala. 

Esta solución, actualmente, está en fase de estudio de investigación con la Sociedad Española de Ginecología Oncológica (SEGO), que incorpora a 28 hospitales en toda España, donde hasta la fecha, explica, han recogido más de 1.500 muestras de pacientes con sospecha de cáncer de endometrio. La CEO de MiMARK avanza que en verano cerrarán este estudio y avanzarán hacia la siguiente fase, en la que se iniciará la validación clínica-regulatoria con un nuevo estudio multicéntrico e internacional.

Entre los planes futuros de la spinoff del Vall d’Hebron también entra el diseño, desarrollo y despliegue de soluciones centradas en otro tipo de enfermedades, entre ellas, la que aborda el diagnóstico de la endometriosis. Así, en enero lanzarán un estudio de descubrimiento para nuevos biomarcadores de endometriosis, presentes en fluido cervical en 200 pacientes. 

Tal y como apunta la fundadora, la visión de la firma va incluso más allá y, entre sus grandes objetivos, se encuentra el desarrollo de una nueva biopsia líquida para el diagnóstico ginecológico. "En estos 4 años de vida de MIMARK hemos aprendido mucho sobre el manejo de muestras de fluido ginecológico, tanto fluido uterino como cervical, queremos aprovechar este conocimiento para mejorar el diagnóstico de otras patologías", avanza. "Me gustaría pensar que en un par de años podremos ver nuestro primer producto en el mercado y en fase de validación clínica para los productos de nuestro portfolio", afirma. 

El futuro del sector 

"Aquí seré crítica", sentencia Rigau al ser preguntada por la etapa en la que se encuentra la industria femtech o de salud de la mujer. "Pienso que aún nos encontramos en la etapa de reconocimiento del sector", afirma. 

La fundadora de MiMARK señala que, a pesar de que cada vez más grandes compañías farmacéuticas o de diagnóstico incorporan el ámbito de salud de la mujer como un foco estratégico y progresivamente más fondos de capital riesgo se enfocan en este sector de forma exclusiva, las cifras de inversión "aún no han crecido lo que deberían" y oscilan "alrededor del 2% del total en I+D".  

"Necesitamos dejar de ver este mercado como un nicho", insiste la CEO. "Estamos hablando de la salud global de la población, no solo porque las mujeres somos el 50% de la población global, sino porque las mujeres toman las decisiones de salud en la mayoría de los hogares, debemos cuidar a las mujeres igual que estas cuidan a los hombres". 

En la misma línea, Rigau insiste en que es necesaria una regulación "más dura" que obligue a vigilar la inclusión de estas en los estudios clínicos y no tomar como hipótesis que el resultado obtenido en hombres se puede extrapolar. También, apunta que es imprescindible mantener un liderazgo claro en los órganos de gobierno sobre la partida de género en todos los ámbitos de decisión. "Si las mujeres no están presentes en estas decisiones, es muy fácil olvidarnos de ellas", insiste.